Los rescatados viven su primer día de libertad y alistan marcha por los demás cautivos

Bogotá.-  Los ex rehenes de las FARC rescatados el miércoles por el Ejército colombiano disfrutaron hoy su primer día en libertad con encuentros familiares y actos institucionales, y decididos a promover una marcha para clamar por la liberación de quienes siguen cautivos en la selva.

Los once militares y policías iniciaron su jornada con visitas a la peluquería, donde algunos prefirieron dejarse el bigote, y todos estrenaron uniforme, antes de ir a sus respectivas instituciones, acompañados por sus comandantes.

Tanto en la sede del Ejército como en la dirección de la Policía, centenares de personas, entre familiares y compañeros, recibieron como héroes a quienes hasta ayer fueron rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En la sede del Ministerio de Defensa, donde está localizada la comandancia del Ejército, los siete militares rescatados entraron en una calle de honor de sus colegas, bajo aplausos y con música de mariachis.

Varios oficiales, suboficiales y soldados no pudieron evitar que las lágrimas escaparan y rodaran por sus curtidos rostros en la emotiva bienvenida a sus compañeros, algunos de los cuales pasaron una década secuestrados.

En la dirección policial se vivieron escenas similares cuando los cuatro miembros de esa institución rescatados en la "Operación Jaque", llegaron al lugar para recibir el saludo de los mandos y reunirse con familiares.

A pocos kilómetros de allí, en la base militar de Catam, vecina al aeropuerto Eldorado, la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, acompañada por algunos familiares y allegados, recibió a sus hijos Mélanie y Lorenzo Delloye, que llegaron de París.

Abrazada a sus hijos, a quienes no veía desde hacía siete años, Betancourt reconoció que este encuentro era "algo parecido al Nirvana, al paraíso" pues ambos, Mélanie y Lorenzo, "son mi orgullo y por ellos seguí con ganas de salir de la selva".

Los hijos de la política llegaron acompañados por el canciller francés, Bernard Kouchner, quien se reunió con el presidente colombiano, Álvaro Uribe, a quien le trajo la felicitación del gobernante de su país, Nicolas Sarkozy, por el éxito de la operación de rescate.

Betancourt y sus familiares se dirigieron luego al panteón en el que reposan los restos de su padre, el ex ministro de Educación y ex embajador Gabriel Betancourt Mejía, fallecido pocos meses después del secuestro de la política.

Ingrid Betancourt se sumó a la convocatoria de una marcha el próximo 20 de julio, día de la Independencia Nacional, para pedir por la inmediata libertad de todos los secuestrados.

La propuesta partió del cabo primero de la Policía Julio César Buitrago, uno de los rescatados, y fue apoyada por los medios de comunicación, que han invitado a todo el país a sumarse a esa iniciativa.

"Si hay que estar aquí el 20 de julio para una marcha para lograr las liberaciones unilaterales de los demás secuestrados, cuéntenme a mi como un soldado más, soy un soldado de esta causa y ahí voy a estar yo", dijo Betancourt, quien tiene previsto viajar esta noche a París con sus hijos y Kouchner.

Buitrago propuso esa manifestación para "no olvidar a los que quedaron en la selva" y llamó a la movilización como la que se hizo en todo el país y en decenas de ciudades en el mundo, el pasado 4 de febrero.

Los otros tres rescatados, los estadounidenses Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves, pasaron el día en un hospital militar de San Antonio (Texas), donde se les hicieron exámenes médicos.

En Bogotá, el Ejército presentó a la prensa a los dos guerrilleros de las FARC detenidos el miércoles en la operación de rescate, entre ellos el comandante del frente primero, Gerardo Aguilar Ramírez, alias "César".

El rebelde y su compañero Alexander Farfán, alias "Gafas", permanecieron en silencio durante la comparecencia en la que siempre estuvieron custodiados por miembros de la Policía Militar del Ejército.