Zapatero y Fillon sellan la interconexión eléctrica, pero encallan en inmigración

Zaragoza.-  El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro francés, François Fillon, han logrado hoy un acuerdo "histórico" para iniciar este año la interconexión eléctrica a través de los Pirineos Orientales, pero han sido incapaces de cerrar el "pacto europeo por la inmigración".

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(EFE)

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero (d), y el primer ministro francés, François Fillon, durante la rueda de prensa ofrecida tras la II Reunión de Alto Nivel transfronteriza, que se ha celebrado en Zaragoza.

Según han explicado ambos en la rueda de prensa con la que concluyó en Zaragoza la II Reunión de Alto Nivel transfronteriza hispano-francesa, sólo faltan unas precisiones -que no han aclarado- y el acuerdo es seguro, pero España no ha dado el esperado "sí" al pacto que Francia quiere presentar al resto de países de la UE durante su presidencia de turno, que comienza la próxima semana.

Fillon no ha aclarado si se ha eliminado del citado pacto el polémico contrato de integración para los inmigrantes, propuesta que rechaza España.

"No hemos añadido nada; no hemos quitado nada. Estamos discutiendo", ha manifestado, mientras fuentes del Ejecutivo español consultadas por Efe garantizaban que ese punto ya no está en el texto que se debate.

El problema podría residir en el procedimiento europeo para aceptar regularizaciones de inmigrantes ilegales en cada Estado miembro.

No hubo dificultades para firmar el acuerdo que permitirá constituir antes del 1 de octubre la sociedad conjunta encargada de construir la interconexión eléctrica entre los dos países, una línea de muy alta tensión que duplicará la interconexión y que permitirá que llegue a España la capacidad equivalente al consumo eléctrico de la ciudad de Zaragoza en un año.

Zapatero, tras destacar que se trata del primer acuerdo que aumenta la interconexión eléctrica en el periodo democrático, ha recordado que el proyecto llevaba más de veinte años "en papeles y despachos" y ha agradecido a Fillon y a Nicolas Sarkozy que hayan cumplido su palabra.

Según ha señalado, la línea, que debería estar lista para 2011, es muy importante para la seguridad energética y "determinante" para Cataluña y, en concreto, Girona, punto por el que llegará la electricidad a España.

Fillon, quien ha asegurado que "nunca han sido tan buenas" las relaciones bilaterales, se ha mostrado convencido de que tras años de trabajos y dudas, se ha logrado este acuerdo "histórico" gracias a la confianza que existe entre los dos gobiernos.

Junto a estas cuestiones, Zapatero ha subrayado la importancia de las conexiones ferroviarias y por carretera por el Pirineo central, proyectos que se han convertido ahora en "el gran tema de la agenda" bilateral dada la necesidad de descongestionar el tráfico de la Junquera e Irún.

Fillon ha reconocido el retraso en las conexiones ferroviarias y se ha comprometido a agilizar los trabajos en marcha.

El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, que ha participado en la reunión junto a los presidentes de Navarra, Miguel Sanz, y de Cataluña, José Montilla, ha destacado la creación de una "agrupación europea de interés económico" para impulsar el corredor ferroviario por el Pirineo central.

España y Francia han suscrito además un acuerdo de cooperación sanitaria transfronteriza y una declaración con su voluntad de reforzar la capacidad de intercambio de gas.

Otro de los acuerdos firmados hoy tiene como objetivo luchar contra la piratería en aguas de Somalia, de la que han sido víctimas tanto españoles como franceses.

Según ha explicado Zapatero, España y Francia unirán a partir de ahora sus voces para instar a todos los países europeos a desplegar con carácter inmediato una fuerza militar de protección a los barcos en la región.

El presidente del Gobierno ha garantizado a Fillon el "apoyo cerrado" de España a la Presidencia francesa de la UE y ha destacado sus ambiciosos proyectos en áreas como el cambio climático, la inmigración, o la defensa.

Ante el "no" irlandés al Tratado de Lisboa, los dos jefes de Gobierno han coincidido en la necesidad de que los Estados miembros continúen con el proceso de ratificación y dejen tiempo a Irlanda para que busque una solución al problema.