Almunia dice que el no irlandés deja a Europa con una mano atada a la espalda

Zaragoza.-  El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, ha asegurado hoy que la victoria del "no" en el referéndum irlandés sobre el Tratado de Lisboa deja a Europa con "una mano atada a la espalda" y ha insistido en que el problema "hay que resolverlo lo antes posible".

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(EFE)

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, durante su intervención en su visita al pabellón de la Unión Europea este mediodía en la expo de Zaragoza.

Almunia ha impartido hoy en Zaragoza la conferencia "Diez años de Unión Económica Monetaria: balance y retos para el futuro", en el marco de unas jornadas sobre los retos europeos, y ha insistido en que el Tratado de Lisboa es especialmente necesario teniendo en cuenta los "problemas y desafíos" que Europa está viviendo.

A su juicio, será difícil hacer frente a la actual situación sin un documento en el que se establezca la organización de las instituciones y el modo de tomar decisiones, y por ello ha dicho que espera que "Irlanda sepa resolver el lío en el que se ha metido" con el rechazo del Tratado de Lisboa por parte de sus ciudadanos.

"Europa es un proyecto de futuro, de valores y de ilusión", un proyecto "compartido" que nunca podría compararse a "un equipo de fútbol que juega a la defensiva" pero sí "al ataque", ha subrayado Almunia, quien ha reiterado que si no se encuentra una "solución política", entonces Europa "va a tener una mano atada a la espalda".

Esto, en un momento "de menor crecimiento económico" combinado con "subidas de precios", del petróleo, de las energías y de los productos alimentarios, lo que plantea una situación "difícil" con menor renta de los ciudadanos y menos empleo a la que hay que reaccionar "con cabeza y no mediante impulsos que no llevan a ningún lado".

Ha apostado por hacer "una política de energía y cambio climático" que permita "diversificar la energía que usamos", hacer "un uso más eficaz de la energía y también del agua" y a la vez "organizar mejor el funcionamiento de los mercados mundiales de materias primas alimenticias", a lo que "no se había prestado suficiente atención".

En definitiva, hacer frente a los nuevos retos que se plantean, como la globalización, el envejecimiento de la población, los flujos migratorios o los desafíos energéticos, siempre con una estrategia de más coordinación entre los estado miembros en la que se preste atención a la investigación, educación, mercado de trabajo, y competencias de mercado, entre otras cuestiones.

Respecto a las políticas a corto plazo, ha defendido la puesta en marcha de ayudas para aquellos sectores de ciudadanos que "sufren más penurias", aunque ha hecho hincapié en que "no hay recesión" y por ello "no se debe alarmar más de lo imprescindible" sino que "hay que encontrar soluciones cuando la economía crece menos".