Cuando tu voto es tu bala

Morgan Tsvangirai, líder del partido opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), ha tenido que rendirse. Ayer anunció que no se presentaría a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Poco después, se puso a salvo y buscó refugio en la embajada holandesa en Harare. La campaña de violencia contra él y sus seguidores ha sido un argumento de demasiado peso para seguir adelante. Ahora, "Mugabe ganará con la gorra", tal y como lo expresa Alex Vines, director del Programa Africano del instituto de análisis internacional Chatham House.

Phillimon Bulawayo (EFE)

Tsvangirai recuperándose el 14 de marzo en la cama de un hospital tras haber sido detenido y golpeado por las fuerzas de seguridad.

"La violencia era excesiva y los seguidores de Tsvangirai tienen demasiado miedo", explica Vines para argumentar la huida del líder de la oposición de Zimbabue. Tsvangirai no habría ganado aunque se presentara, asegura este analista, porque era imposible que las elecciones fueran libres y justas. Los lemas que los militares repiten contra los opositores apoyan con bastante fuerza la afirmación de Vines: "Tu voto es tu bala" es un eslogan bastante ilustrativo muy utilizado por los hombres de Mugabe.

Robert Mugabe, presidente de Zimbabue desde hace más de 25 años, hizo todo lo posible por apañar los resultados de las elecciones del pasado 29 de marzo. Entonces perdió la mayoría parlamentaria, pero retuvo los datos sobre la elección presidencial tanto tiempo como fue capaz, hasta que difundió unas cifras que reconocían la victoria de Tsvangirai. No obstante, el apoyo que supuestamente cosechó la oposición no llegó al 51%, lo que obligaba a una segunda ronda que se celebrará el viernes 27 de junio.

Con Tsvangirai fuera del mapa, Carlos García Rivero -profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Burgos y experto en elecciones, democracia y estabilidad política en África subsahariana- opina que se acabó la oposición en Zimbabue y Mugabe concurrirá como único candidato a presidente. Desde la embajada de Holanda, García Rivero aconsejaría al líder del MDC que abandonara el país, "no vaya a ser que se escape una bala".

Tal y como lo ve este experto, "el Parlamento no pinta nada", por eso a Mugabe no le importó reconocer su derrota allí. Pero dejar la presidencia es otra cosa: "Mugabe sabe que le pueden juzgar por crímenes contra la humanidad". Sin Tsvangirai, el único líder con cierto peso, según García Rivero, es Simba Makoni, ex ministro de Finanzas de Zimbabue que también se presentó a las elecciones de marzo. Sin embargo, García Rivero opina que Makoni "no es fácilmente manipulable, pero no creo que se levante en armas".

La solución no llegará de Europa

Tanto Vines como García Rivero coinciden en que las sanciones que puedan imponer Estados Unidos o Europa son inútiles, y el experto británico ve inviable cualquier tipo de acción desde las Naciones Unidas, "porque no hay consenso". "La principal presión debería venir de África", asegura Vines, señalando concretamente a Sudáfrica, Tanzania, Mozambique y Angola. García Rivero se centra más en Sudáfrica: "Si ellos se meten, los demás le seguirán".

Para el profesor de la Universidad de Burgos, Europa debería centrarse en presionar a Sudáfrica. Sugiere empezar por el Mundial de Fútbol de 2010. Esta competición es muy importante para el país africano como un escaparate universal, y una amenaza real de quitárselo podría ser el empujón que necesita para obligar a un cambio de régimen en el país vecino.

Vines ve este cambio de régimen más como una cuestión de tiempo más que de presiones. Con la inflación más alta del mundo, según el Banco Mundial, Zimbabue no puede resistir. "La economía debilitará a Mugabe hasta el punto de que la presión sea útil".