"Sólo desde la ideología se puede oponer a la normalización lingüística"

A Coruña.-  Henrique Tello, profesor de filosofía, pero en política desde los 25 años, cree que es lícito que cada fuerza política defienda sus logros en épocas preelectorales, eso sí, sin interrumpir la acción de Gobierno, y está convencido de que gallegos y gallegas sólo pueden oponerse a la normalización lingüística desde la ideología porque, dice, se ha hecho de la lengua una bandera política.

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(EFE)

El profesor de filosofía Henrique Tello.

Pregunta.- En este año como primer teniente de alcalde ¿Qué objetivos ha visto cumplido y en cuáles tiene el punto de mira?

Respuesta.- Para mí es un balance positivo, que no triunfalista. Dejamos sentado el inicio del tratamiento de temas importantes para el futuro de la ciudad. Estoy particularmente satisfecho de la política de empleo porque empezó con un presupuesto de 1,7 millones de euros y hoy estamos cerca de los siete. Pero, todavía hay mucho por hacer, como acelerar al máximo la gestión porque la Administración local es muy exigida, pero es todavía lenta.

P.- La decisión sobre la Torre será el próximo años ¿Cuáles serán las propuestas para impulsar esta candidatura?

R.- La torre tiene que convertirse en el punto central turístico de A Coruña. Esta nominación nos sirvió para muchas cosas, entre ellas tener un gran inversión de más de tres millones en el faro y su entorno que de otra manera no se habrían invertido. Habrá una campaña específica que se presentará el próximo mes de octubre.

P.-Nueve meses para las autonómicas ¿Habrá divergencias en el bipartito o se puede mantener un equipo cohesionado?

R.-El electorado es sabio y distingue a qué se debe la implementación de una determinada política. Si me tuviera que presentar mañana a unas elecciones diría las cosas que se hicieron gracias a la presencia del BNG en el Gobierno y cuáles se hubieran hecho más aceleradamente con más peso. Eso aquí como en la Xunta, pero nunca se puede parar la acción de Gobierno por unas elecciones, aunque es lícito que cada fuerza trate de demostrar sus logros.

P.- ¿Es esa la respuesta a la acusación del PP de que son gobiernos bicéfalos?

R.- El trabajo de la oposición es oponerse y buscar culpables. Pero, aquí no hay ninguna actuación importante paralizada por tener un gobierno de coalición y esto le tiene que molestar al PP. Yo, si estuviera en la oposición, trataría de meter el dedo en el ojo del adversario.

P.- Pero, existen discrepancias en cuestiones como normalización

lingüística o memoria histórica

R.- Sí, existen discrepancias en la interpretación, pero en los grandes temas tanto PSOE como BNG antepusimos los intereses de los ciudadanos a los de partido y esto es algo que el PP tiene que atacar porque debe ser doloroso para quien esperaba que estuviésemos a la gresca que esto funcione razonablemente bien.

P.-¿Habrá ordenanza de normalización lingüística?

R.-Aquí la diferencia fundamental estaba en los tiempos, es un tema que debimos resolver antes, pero se retrasó por problemas de aplicación. Sin embargo cuestiones como el topónimo, que se aplica desde el primer pleno, me sorprendió agradablemente, algo que fue símbolo de todas las batallas.

P.-Si, una larga batalla que duró...

R.-Exactamente desde el año 1994 hasta el 2007. Yo incluso fui condenado a dos días de cárcel por sacar la "L" de la entrada de A Coruña en el año 1995 y hoy nadie se acuerda de aquello.

P.-¿Por qué sigue siendo un problema el idioma?

R.-Mucha gente hizo de eso una bandera política y defiende de una manera perversa la idea de que algunos pretendemos imponer el gallego sobre el castellano y aquí históricamente sólo hubo un idioma oprimido y todos sabemos cual es. Oponerse a la normalización lingüística, de verdad que, desde el corazón, no se puede hacer, únicamente se puede hacer desde la ideología.

P.-Un profesor de filosofía, tras todos estos años en política, ¿Con cuál de las dos se queda?

R.-Sin duda la filosofía. Probablemente, si diera marcha atrás con todo lo que sé, no me habría metido en este barco en el que llevo 31 años, pero tampoco me quejo nunca porque fue una decisión voluntaria. Me embarqué con 25 años cuando teníamos en A Coruña 100 votos y desde entonces pasamos el desierto entero y sin oasis.

P.-Es posible que la filosofía ayudase en ese recorrido.

R.-Sin lugar a dudas, soy de la opinión que todos los gobernantes deberían tener una dosis y una capacidad filosófica que no vendría mal. Aún así me quedo con la filosofía de una forma totalmente rotunda.

P.-Siguió muy de cerca las negociaciones en Irlanda con el Sean

Fein ¿Qué se llevó de aquel momento?

R.-Era diputado del Parlamento gallego y el BNG me designó un año para ir a Irlanda como invitado al Congreso del Sean Fein, algo que se repitió siete años consecutivos. Viví un momento histórico impresionante, toda la negociación del Tratado de Viernes Santo, de desarme. Hubo muchos debates donde la clave era si la lucha armada era elemento de presión o, al contrario, dificultaba la negociación. Siempre recordaré la frase de Gerry Adams de, "3.000 muertos bien valen una reflexión".

P.- Salvando todas las distancias que nos separan de Irlanda y por su experiencia en aquellas negociaciones ¿Es optimista sobre la consecución en la paz en Euskadi?