Los marineros vascos reviven el "infierno" del asalto al declarar ante el juez

Bilbao.-  Los marineros vascos del pesquero "Playa de Bakio", secuestrado por unos piratas en aguas de Somalia del 20 y el 26 de abril pasados, han revivido hoy "minuto a minuto" aquel "infierno" que sufrieron durante su cautiverio al testificar ante el juez sobre lo ocurrido.

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, ha viajado a Bilbao para tomar declaración a los cinco arrantzales que formaban parte de la tripulación de 26 pescadores del citado barco -había otros 13 marineros africanos y 8 gallegos- que fue asaltado por unos piratas cuando faenaban en el Océano Índico.

Tras testificar ante el juez, Jaime Candamil, oficial de máquinas del atunero vasco, ha explicado a los medios informativos, visiblemente afectado, que en su declaración ha descrito que el trato que les dieron sus secuestradores fue "muy jodido", ya que "físicamente no hubo agresiones, pero psíquicamente fue un infierno".

Según ha añadido con voz entrecortada, volver a recordar aquellos días cuando estuvieron cautivos en Somalia, "personalmente, para mí, ha sido bastante duro".

Candamil ha dicho que no ha podido ofrecer detalles sobre el pago de un supuesto rescate para lograr su liberación ya que de eso "nosotros no sabemos nada" y ha concluido sonriendo irónicamente al preguntarle si confiaba en que se llegue a hacer justicia con los autores del secuestro.

Este trámite de acudir a prestar declaración es, a su juicio, "para hacer el papel".

El marinero guipuzcoano, de Pasaia, ha asegurado que pronto deberá volver a hacerse a la mar "porque no sé hacer otra cosa", ha afirmado, resignado.

Otro de los marineros, Gotzon Clemos, ha explicado que han estado ante el juez "unos veinte minutos cada uno y le hemos ido contado casi lo mismo porque, al final, los cinco estábamos en el mismo barco".

Así, ha indicado que le han descrito al juez lo que vivieron en esos días, porque lo que vino después, "y si ha habido rescate o no, no lo podemos saber".

Al igual que Candemil, el arrantzale vizcaíno, de Gernika, ha dicho tener "el ánimo todavía un poco decaído", pero ha añadido que tendrá que volver a faenar y, por eso, ha pedido protección para los barcos que acuden a pescar en aguas internacionales en esa zona de África ya que ellos solo van allí para hacer su trabajo.