El "Tuly" se inundó rápido aunque se evacuó con seguridad por el buen tiempo

Telde (Gran Canaria).-  La vía de agua que provocó hoy el naufragio del palangrero gallego "Tuly" inundó rápidamente el barco y obligó a evacuarlo a toda prisa a sus seis tripulantes, que, no obstante, pudieron subir a sus barcas salvavidas con seguridad gracias al buen tiempo, según declararon éstos al llegar a Gran Canaria.

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(EFE)

Los seis tripulantes del palangrero gallego "Tuly", que hoy naufragó a 240 millas al sur de la isla canaria de El Hierro, tras aterrizar esta tarde en la base Aérea de Gando, en Gran Canaria.

"Fue todo muy rápido, la verdad que muy rápido; después, el barco tardó un poquito en irse para abajo, pero fue todo rápido", relató tras bajar a pie y a salvo desde un helicóptero del Servicio Aéreo de Rescate (SAR) junto a sus cinco compañeros de tripulación el marinero Alfredo Melín, quien se confesó "nervioso" pero insistió en que, como los demás, se encontraba físicamente bien.

Ello pese a haber vivido la experiencia de ver hundirse su barco, un palangrero de 22 metros de eslora, casco de acero, 28,02 toneladas de registro bruto y una potencia de 160 CV, sólo unas horas antes, cuando se detectó en él una importante vía de agua que les obligó a abandonarlo y pedir auxilio en torno a las nueve de la mañana.

En ese momento se encontraban navegando rumbo a Cabo Verde en un punto del océano situado a 240 millas al sur de la isla de El Hierro, unos 550 kilómetros de distancia, según destacó el jefe del 802 Escuadrón del SAR, el teniente coronel Arcas, una vez finalizado el rescate en la Base Aérea de Gando, en Gran Canaria, adonde fueron conducidos los marineros.

Hasta llegar a esa isla debieron recorrer una distancia de unos 700 kilómetros a bordo del helicóptero que les salvó, un aparato del SAR que, tras partir por la mañana de Gran Canaria y repostar en El Hierro, a fin de evitar posibles carencias de combustible durante el largo trayecto, alcanzó antes de las tres de la tarde a los náufragos.

Una vez a su altura, la maniobra de rescate, que se completó en media hora, fue, según explicó el piloto del helicóptero, el capitán Roberto Fernández Obeso, "rápida".

"Estaban esperándonos, teníamos comunicación con ellos y, la verdad, es que ha salido todo muy bien; el viento nos ha acompañado, tanto a la ida como a la vuelta, y la maniobra se produjo sin ningún percance, muy, muy bien", insistió el capitán.

En cuanto al estado físico de los náufragos, declaró que les izaron a bordo "mojados y con frío, pero bien; estaban bien, y -destacó- de buen humor en cuanto se han subido al helicóptero".

Algo que corroboró con sus palabras Alfredo Melín, quien dijo que haber pasado el suceso "bien, porque, desde el primer momento, esta gente funcionó de maravilla, el servicio de rescate".

Sobre su futuro próximo, que el teniente coronel Arcas explicó que podría ser su regreso a casa pero que, en todo caso, deberá ser organizado por el armador del "Tuly", quien se hará cargo en Gran Canaria de los seis tripulantes, el marinero sólo acertó a anticipar su primer propósito tras llegar a tierra: "hablar con mi mujer".

Tampoco dijo saber qué haría exactamente ahora otro de los tripulantes, Miguel González, quien no se mostró, en cualquier caso, preocupado, al estar a salvo y porque en su rescate salió "todo perfecto".

Ello pese a lo inesperado del naufragio, del que dijo, al igual que Alfredo Melín, desconocer el origen.

"No sabemos qué pasó; simplemente, se sintió un pequeño golpe y después, al rato, apareció la vía de agua".

En las labores de auxilio a la tripulación del "Tuly" participaron, además del referido helicóptero del SAR, un avión de dicho servicio del Ejército y embarcaciones de Salvamento Marítimo, que recibió inicialmente la alerta y la comunicó para que los mercantes que estuviesen por la zona participasen en las tareas de búsqueda.