La fiebre aftosa sigue siendo un problema serio en Latinoamérica

Río de Janeiro.-  La fiebre aftosa, una enfermedad infecciosa que provoca daños en los rebaños de ganado, sigue siendo un problema serio en la mayoría de los países de América latina, pese a los esfuerzos por erradicarla en varias regiones, según un informe discutido hoy en Brasil.

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(EFE)

En 2007 fueron sacrificados 21.000 millones de animales para consumo humano y al 2020 deberá aumentar en un 20 por ciento el consumo mundial de proteína animal.

Los datos presentados en la undécima reunión anual del Comité Hemisférico de Erradicación de la Fiebre Aftosa, que concluyó hoy en Río de Janeiro, indican que en algunos países como Venezuela, Bolivia, Ecuador y Colombia, la enfermedad sigue siendo endémica.

En otros como Brasil, Argentina y Uruguay se avanzó significativamente en el combate, pero la falta de resultados parejos en la región compromete los esfuerzos, según uno de los principales puntos debatidos en el encuentro de autoridades sanitarias y representantes de productores privados.

En el encuentro fue evaluado el Plan de Acción de COHEFA 2005-2009.

"Los datos presentados muestran diferencias en los niveles de cumplimiento, que además de impedir el alcance de las metas, pueden comprometer los avances obtenidos por otros países", señala el diagnóstico.

"Situaciones persistentes" de permanencia de la enfermedad de forma endémica y brotes esporádicos ponen en tela de juicio la fecha de 2009 como fin del plan de acción, por lo que se propone reconsiderar el plazo.

El Plan Hemisférico de Erradicación de la Fiebre Aftosa fue firmado en 1987 y dividió el continente americano en subregiones: América del Norte, América Central, Caribe, Región Andina, Región Amazónica y Cono Sur.

Para cada región fueron desarrolladas estrategias diferenciadas de control, erradicación y prevención, con metas definidas, que fueron revisadas en 2005 en este nuevo plan vigente que ahora será prorrogado.

Desde la reunión de 2005 América del Norte, América Central, el Caribe, Chile y Guayana se mantuvieron libres de la enfermedad.

En 2007 Argentina aumentó en 22% -comparado con 2006- sus inversiones de recursos públicos y privados para combatir la enfermedad, Brasil los elevó en 44%, Ecuador en 64%, Chile en 29% y Uruguay en 15%.

En el camino contrario marcharon Perú con una reducción del 66%; Bolivia, del 40%, y Colombia en 2%.

Venezuela y Guayana no reportaron datos.

Brasil registró a finales de 2005 y principios de 2006 un brote en varios municipios de los estados de Mato Grosso do Sul y Paraná que obligó el sacrificio de unos 41.000 animales, a un costo de 10,7 millones de dólares.

"Esta emergencia colocó en evidencia la importancia de las regiones de frontera en la vigilancia de la enfermedad y la necesidad de coordinar acciones entre los países", señaló el informe.

En la reunión de hoy el director general de la Organización Internacional de Sanidad Animal, Bernard Vallat, destacó que la seguridad alimentaria de los países comienza con la salud de sus animales.

En 2007 fueron sacrificados 21.000 millones de animales para consumo humano y al 2020 deberá aumentar en un 20 por ciento el consumo mundial de proteína animal, destacó Vallat.

Las enfermedades hoy impactan el 20 por ciento de la producción mundial de animales y son una amenaza para 1.000 millones de personas que viven del campo.

Defendió la vigencias de las llamadas Zonas de Alta Vigilancia, establecidas por la OIE como estrategias para acabar con enfermedades como la aftosa.