Bush llega a la cumbre de Eslovenia para decir adiós a Europa

Liubliana.-  El presidente de EEUU, George W. Bush, llegó hoy a Liubliana para participar en una cumbre con la UE que, aunque tratará de asuntos como Irán o el cambio climático, le servirá sobre todo para despedirse de Europa.

La cumbre de la UE en Brdo, en las afueras de Liubliana, será la primera parada de Bush en una gira que le llevará también, por este orden, a Alemania, Italia -donde aprovechará para visitar el Vaticano-, Francia y el Reino Unido.

El ámbito internacional será el que se lleve la parte del león en las conversaciones de la cumbre, pero con escasas perspectivas de resultados concretos, según ha admitido el propio consejero de Seguridad de la Casa Blanca, Stephen Hadley, que la semana pasada advirtió de que no caben esperar grandes resultados.

La reunión tiene un aire de despedida más que de sustancia, y fuentes diplomáticas europeas admiten abiertamente que Bruselas tiene ya la mente más centrada en la lucha entre Barack Obama y John McCain por la sucesión en la Casa Blanca.

En Liubliana, la cumbre ha creado escasa expectación y brillan por su ausencia las manifestaciones contra Bush que han acompañado al presidente en sus anteriores visitas a Europa. Los fuertes despliegues policiales que rodean estos viajes también brillan por su ausencia.

En declaraciones antes de su partida, Bush aseguró que en la cumbre de la UE mañana en el castillo de Brdo, en las afueras de la capital eslovena, hablará, entre otras cosas, de la economía y del apoyo estadounidense a un dólar fuerte, que "conviene a nuestro país y conviene al mundo".

Las declaraciones de Bush se producen en momentos en los que el dólar se encuentra en mínimos históricos frente al euro.

Otro asunto que abordará, indicó, será Afganistán, donde su esposa, Laura, se encuentra para supervisar la situación y donde EEUU quiere presionar a sus aliados europeos para que envíen más tropas y aporten ayuda económica.

Bush también quiere persuadir a los aliados europeos para que endurezcan su presión diplomática sobre Irán y consideren la imposición de sanciones más duras contra Teherán para que ponga fin a su programa nuclear.

El presidente estadounidense ha adoptado en los últimos tiempos una retórica cada vez más contundente contra la República Islámica, de la que la semana pasada, durante una reunión con el primer ministro israelí, Ehud Olmert, aseguró que representa una "amenaza real".

La cita de Brdo tendrá lugar apenas tres o cuatro días antes del viaje de Solana a Teherán, en un nuevo esfuerzo del "grupo de los seis" (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) de reanudar las negociaciones nucleares con Irán.

Según declaró la asesora de Bush para Asuntos Regionales Judy Ansley, además los líderes hablarán de "maneras de apoyar la democracia en Líbano, de avanzar la paz en Oriente Medio y de apoyar los esfuerzos para la paz de israelíes y palestinos".

Asimismo, se estudiará "cómo mejor apoyar la independencia y el continuo desarrollo de Kosovo" y la integración de Serbia en los mecanismos democráticos europeos, así como vías para reducir las tensiones en la región separatista georgiana de Abjasia.

De particular importancia será el acuerdo llegado anoche para incluir un llamamiento en la declaración final sobre la liberación de los presos políticos en Cuba, algo que EEUU reclamaba y a lo que la UE se resistía.

El borrador de la declaración señala también que Bruselas y Washington acogen favorablemente la firma por Cuba del Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos.

Sobre el cambio climático, la UE espera algún tipo de gesto de Bush, que se declara dispuesto a firmar compromisos internacionales si el resto de las principales economías, incluidas China e India, también lo hacen.

Habrá también espacio para las diferencias comerciales, centradas en la Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y en cuestiones bilaterales.