De las 48 a las 65 horas de jornada laboral, con la oposición de España

El sueño del Gobierno Llospin de las 35 horas de jornada laboral se ha estrellado con la realidad europea. Alemania y Reino Unido han logrado esta madrugada imponer su propuesta de ampliar a un máximo de 65 las horas que una persona puede pasar en el trabajo a lo largo de una semana. España se ha abstenido al considerar que la norma "nos acerca más al siglo XIX".

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Tras doce horas de intenso debate, los ministros de Empleo de la Unión Europea han consagrado el 'opt-out' que el Reino Unido estableció hace tres años como excepción a la jornada máxima de 48 horas. De esta forma, la nueva directiva de Tiempo de Trabajo -presentada por la presidencia de turno eslovena-, convierte la excepción en regla: los trabajadores europeos verán como sus horas en el tajo pueden pasar de 48 a 65, sin que el empleador sea sancionado.

La directiva aprobada de madrugada establece que, como regla general, la semana de trabajo tendrá 48 horas como máximo. Sin embargo, y aquí está la novedad, se permitirá que trabajadores y empresarios puedan acordar la ampliación de esta jornada a 60 horas a la semana, incluso a 65 en caso de guardias médicas. Para evitar abusos por parte del empresario, éste deberá obtener un consentimiento por escrito del trabajador, que no podrá firmarse en el momento de la rúbrica del contrato ni durante las cuatro primeras semanas de relación laboral. Además, el acuerdo no podrá ser superior a un año y tendrá que ser renovado en este tiempo.

La razón principal de este cambio de criterio de la mayoría de países comunitarios son las sentencias que en los últimos años ha dictado el Tribunal de Justicia de la UE en las que ha quedado establecido que los periodos inactivos de las guardias deben computarse como tiempo de trabajo, con el coste que eso supone para los Gobiernos en los casos de empleados públicos, como son los médicos. Ahora será el turno del Parlamento Europeo, quien someterá a votación la reforma, aunque todo indica que saldrá adelante.

Los tiempos de descanso en las guardias no serán jornada laboral

Uno de los sectores laborales que más perjudicados saldrá de este cambio es el sanitario. Algunas organizaciones profesionales como la Federación Europea de Médicos Asalariados (FEMS) o el Grupo de Trabajo Permanente de Médicos Jóvenes Europeos (PWG), ya han dado la voz de alarma. Denuncian tres aspectos que les perjudica de esta nueva directiva: primero, se permite alargar su jornada a 65 horas -aunque esto dependerá de cada país-; dos, los periodos inactivos de las guardias (cuando el médico duerme en el hospital, por ejemplo) deja de ser considerado tiempo de trabajo, tal y como había establecido el Tribunal de Justicia de la UE; y tres, ya no será obligatorio que los periodos de descanso sean inmediatamente después de las guardias, sino en un tiempo razonable.

La directiva ha contado con las únicas abstenciones de España, Bélgica, Chipre, Grecia y Hungría, que vienen manteniendo el mismo criterio durante estos últimos cuatro años, oponiéndose a las excepciones a la jornada de 48 horas semanales. Sin embargo, el cambio de criterio de Italia y Francia, con la llegada de Berlusconi y el discurso de Sarkozy de echar la culpa de todos los males económicos a la jornada de 35 horas, ha permitido dar luz verde a la reforma impulsada fundamentalmente por Reino Unido y Alemania. El ministro de Trabajo español, Celestino Corbacho, ha asegurado que con esta reforma "nos acercamos más al siglo XIX que no al siglo XXI" y que con iniciativas como esta, la UE no puede sorprenderse después "si cada vez más los ciudadanos se distancian de esa Europa que se aleja de lo que realmente a los ciudadanos les gustaría que fuera".