Patronales argentinas mantienen las protestas pero ratifican su "voluntad de diálogo"

Buenos Aires.-  Las patronales agropecuarias de Argentina ratificaron su "voluntad de diálogo" con el Gobierno al continuar hoy con sus protestas contra la presión fiscal sobre el sector, que llevan casi tres meses.

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(EFE)

Vista de un cartel puesto el pasado 28 de mayo al lado de una vía en las afueras de la ciudad de Tandil, unos 280 kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires, durante una jornada en la que se reanudaron los paros agropecuarios.

Por su parte, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, consideró que es "injusto" afirmar que el Ejecutivo busca perjudicar a los productores rurales y volvió a reiterar que no se retomarán las negociaciones hasta que no cese la huelga comercial del campo.

El vicepresidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, recordó que desde el inicio del conflicto las patronales agropecuarias suspendieron sus medidas de fuerza en tres ocasiones "para dialogar" con el Gobierno pero no se llegó a ningún acuerdo.

En declaraciones a Radio 10, el dirigente igualmente destacó que "la voluntad" de las principales entidades rurales del país, que representan a unos 290.000 productores, "sigue siendo de diálogo", pero reclamó "un gesto del Gobierno" que "genere credibilidad".

El sector resolvió este lunes seguir con su huelga comercial en lo que respecta a la comercialización de granos con destino a la exportación, si bien anunciaron que volverán a enviar ganado vacuno a los mercados de remate para mantener abastecido el consumo doméstico.

Además, las organizaciones llamaron a hacer "acampadas" en las plazas de las ciudades para hacer oír ampliamente el reclamo rural y a juntar firmas para que el Parlamento retome sus atributos exclusivos en materia de fijación de tributos.

"Lo que uno menos quiere es perjudicar a la población y desabastecer" de productos básicos, tal como ocurrió en etapas anteriores de la huelga, aclaró Biolcati antes de evaluar que se pasó a "una etapa de institucionalización de la protesta".

El conflicto estalló a partir de que el 11 de marzo último el Gobierno impuso un esquema de impuestos móviles a las exportaciones de granos que es tachado de "confiscatorio" por las patronales agropecuarias.

"Si quieren cambiar el rumbo de la economía tienen que ir a elecciones e imponer ellos el modelo económico que creen que es mejor para la Argentina", consideró el ministro Randazzo, quien ratificó que la modificación impositiva no será revisada.

La huelga comercial es acompañada por centenares de manifestaciones y bloqueos de carreteras en distintos puntos del país, a los que hoy se sumó la ocupación durante unas horas de la sede del municipio de Gualeguaychú, ciudad del noreste del país donde la protesta se hace sentir con fuerza.

La Conferencia Episcopal, máximo órgano de la Iglesia Católica argentina, convocó para el próximo jueves a una "reunión extraordinaria" frente al "clima de confrontación y la amenaza a la paz social" que perciben los obispos entre los argentinos.