Los municipios afectados recuperan la normalidad de forma "progresiva"

Santander.-  Cantabria está recuperando de manera progresiva la normalidad tras las inundaciones registradas ayer porque el caudal de los ríos se sitúa ya por debajo del nivel de alerta, se ha restablecido el tráfico en todas las carreteras y las familias desalojadas han regresado a sus viviendas.

Mientras, algunos de los afectados han empezado a cuantificar los daños, como el sector ganadero, que, a través del Sindicato Democrático de Ganaderos Montañeses (SDGM-UPA), ha solicitado al Gobierno de Cantabria una declaración de zona catastrófica para paliar las pérdidas en los cultivos con los que alimentan el ganado.

La fuerte lluvia caída ayer provocó el desbordamiento de varios ríos y causó inundaciones que afectaron a 21 municipios de Cantabria, principalmente Entrambasaguas, lo que obligó a movilizarse a cien personas de los servicios de emergencias, que dieron cobertura a un centenar de incidencias.

El operativo, coordinado por el Servicio de Emergencias del Gobierno de Cantabria, ha estado integrado por bomberos, Cruz Roja, las agrupaciones de Protección Civil, policías locales y agentes de la Guardia Civil que, según el titular de Presidencia, Vicente Mediavilla, desarrollaron una actuación "rápida y coordinada".

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte, Jorge Marquínez, ha explicado hoy que las inundaciones registradas este fin de semana en Cantabria y en el País Vasco son características de los ríos del cantábrico y "difíciles de prevenir".

Hasta el sábado a las nueve de la noche los caudales de los ríos que se desbordaron eran "los normales" y en apenas cinco horas se registraron picos que alertaban de la situación de emergencia, ha indicado Marquínez, quien ha explicado que los ríos de la cornisa cantábrica, cortos y muy pendientes, suelen registrar subidas del nivel de agua "rapidísimas y difíciles de prevenir".

A causa de la lluvia, el río Miera superó la madrugada del domingo el nivel prealerta y casi alcanzó el de emergencia, al crecer su cauce hasta los dos metros y medio, y uno de sus afluentes, el Aguanaz, se desbordó y provocó inundaciones en la zona.

También superó el nivel de prealerta el río Asón, cuya altura en Ampuero pasó en menos de diez horas de dos metros y medio -la registrada durante toda la semana- a más de cuatro

Las previsiones de la Consejería de Presidencia para hoy son "positivas", porque, según la Agencia Estatal de Meteorología, no se esperan hoy precipitaciones como las registradas el domingo de madrugada, que alcanzaron picos de hasta 50 litros por metro cuadrado.

No obstante, el dispositivo de emergencia está preparado "para cualquier problema que surja", ha explicado el consejero.

El portavoz de la Agencia Estatal, Ángel Rivera, ha explicado que las precipitaciones tienden a disminuir "significativamente" y dejan paso a un tiempo más estable, en el que predominarán "más ratos de sol" y las temperaturas subirán ligeramente.

Las veinte personas que tuvieron que ser desalojadas ayer de sus casas, todas ellas de Entrambasaguas, ya han regresado a sus viviendas, las carreteras están completamente abiertas al tráfico sin que se hayan registrado problemas de circulación esta mañana y se ha restablecido el tráfico de trenes de FEVE.