El proyecto Playa de Palma plantea un gran paseo sin coches, con un coste de 2.750 millones de euros

Palma.-  El proyecto ganador del concurso internacional de ideas para la reconversión de la Playa de Palma pretende que se convierta en la número uno de Europa mediante el replanteamiento de su urbanismo en torno a un gran paseo marítimo sin coches, con un coste público y privado estimado en 2.750 millones de euros.

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(EFE)

El secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, durante la presentación del proyecto ganador del concurso internacional de ideas para la definición del plan director de la Playa de Palma, que ha tenido lugar esta tarde en la capital balear.

El arquitecto holandés Adriaan Geuze ha presentado hoy el proyecto en nombre de su equipo West 8, en un acto de unas dos horas que ha contado con la presencia del secretario de Estado de Turismo, el mallorquín Joan Mesquida; el conseller balear de Turismo, Francesc Buils; la alcaldesa de Palma, Aina Calvo; así como varias personalidades de la política y el sector turístico de las islas.

Geuze ha explicado ante unas 200 personas que su proyecto, que se concretará en un plan director en un período de entre seis u ocho meses.

Este plan divide urbanísticamente la zona en tres áreas: Can Pastilla, que se debe conservaría tal cual; Playa de Palma, que sería una zona de ocio con tiendas, restaurantes, teatros, cines y espectáculos; y S'Arenal, en la que la uniformidad de edificios altos debería sustituirse por una intercalación de inmuebles más altos que los existentes y otros bajos.

"Si un hotelero compra tres edificios, que haga uno grande y dos más pequeños", ha indicado el arquitecto en referencia a S'Arenal, al tiempo que ha reconocido que esto generará "mucho debate".

Otras de las actuaciones que propone son la remodelación del torrente d'Es Jueus para rodearlo de vegetación y convertirlo en una zona de tránsito de peatones hasta el valle del que nace, que sería una zona verde con un posible centro de salud tipo "spa".

"Podemos mejorar a La Alhambra", ha opinado el arquitecto en referencia a este espacio boscoso, cuyas canteras adyacentes se reconvertirían en un espacio residencial y hotelero, y se perfilarían como una de las tres principales zonas verdes de la Playa de Palma, junto al torrente citado y al humedal de Ses Fontanelles, el cual se preservaría en su totalidad y se podría conectar con una vía peatonal con el Aeropuerto de Palma.

El eje vertebrador del proyecto sería, según ha relatado Geuze, la playa y su paseo, que "no debe ser bueno, sino el mejor". Así, su idea es suprimir el tráfico rodado por el mismo y pavimentarlo con colores marrones del tipo de la piedra mallorquina decorado con dibujos del alga posidonia.

Además, se debería cambiar su iluminación, que ahora "da miedo", según el arquitecto, y convertirla en una parecida a la de la luna con farolas imitando palmeras, que serían los árboles con los que se poblaría el paseo.

Para atraer a los turistas, el arquitecto también ha resaltado que se deberían impulsar los eventos, como festivales de música para los que se habilitarían espacios, y ha avanzado que se pretende crear una red de alquiler de bicicletas por la zona.

Elogio Bordas, miembro de la consultora THR, que ha ayudado al equipo holandés a realizar el proyecto, ha cifrado la inversión pública y privada para reconvertir la Playa de Palma en 2.750 millones de euros, una cantidad estimativa que se concretará en el plan director del mismo.

Bordas estima que 150 millones serán para infraestructuras y servicios; 650 para hoteles y apartamentos: 350 para desarrollar un destino "experiencial", con, por ejemplo, playas temáticas, un pueblo mallorquín, "spas", museos o un campo de golf, y 1.600 para residencias de cuarta generación.

El secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, ha explicado por su parte que ahora sería "una frivolidad" aventurar el dinero que invertirá el Gobierno para la reconversión, pero ha indicado que "continuará implicado" en el proyecto, que ha calificado de "innovador".