La anciana y su hijo, asaltados, afirman que un atracador les golpeó y encañonó

Logroño.-  La anciana y su hijo asaltados en su casa de Tormantos (La Rioja) han declarado hoy que uno de los atracadores les golpeó y amenazó con una pistola, por lo que desde entonces viven con miedo y su vida ha cambiado.

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(EFE)

Vista de la segunda sesión del juicio contra dos argelinos y dos brasileños acusados de asaltar la casa de una anciana de 85 años en Tormantos (La Rioja), a quienes el fiscal reclama 32 años de cárcel como presuntos autores de los delitos de robo con violencia e intimidación, allanamiento de morada, detención ilegal, lesiones con arma blanca y daños psíquicos a la anciana y a su hijo, a quienes asaltaron en enero de 2007.

La Audiencia Provincial de La Rioja ha celebrado la segunda sesión del juicio contra dos brasileños y otros dos argelinos, a quienes el fiscal reclama una pena de 32 años de cárcel.

El Ministerio Público considera que son presuntos autores de los delitos de robo con violencia e intimidación, allanamiento de morada, detención ilegal, lesiones con arma blanca y daños psíquicos a una mujer de 85 años y a su hijo de 60, a quienes atracaron en enero de 2007.

La anciana, sus familiares y algunos testigos han declarado por videconferencia desde una sala habilitada en el Palacio de Justicia para evitar encontrarse a los presuntos asaltantes.

La mujer ha explicado que el atracador que iba armado, que llevaba la cabeza tapada con una capucha, le apuntó con la pistola y le pidió dinero, después la encerró en la cocina, le ató un pañuelo a la boca y la tiró al suelo "como a un saco de patatas".

Ha añadido que le golpeó con la pistola en la cabeza y la dejó encerrada, aunque consiguió bajar las escaleras a rastras para pedir auxilio, aunque después la volvieron a encerrar en la cochera.

Desde entonces, ha asegurado que no se encuentra bien, tiene pesadillas y todos los días se acuerda de ellos antes de irse a la cama.

Por su parte, su hijo ha declarado que, cuando regresó a casa del campo, uno de los presuntos atracadores le golpeó en la cabeza, mientras que el que no iba armado le decía que la matase.

Los dos, que hablaban en portugués, le exigieron 70.000 u 80.000 euros, pero él sólo les entregó 300 euros que llevaba en efectivo en la cartera.

Después, le ataron con un cinturón, pero logró soltarse y entonces uno de ellos le pinchó con un cuchillo en el muslo.

A partir del asalto, ha dicho que su vida "ha cambiado completamente", ya que tiene "miedo" y mira alrededor de su casa antes de entrar.

La hermana de este hombre se encontró a su madre tirada en el suelo de la cochera y entonces el hombre que llevaba la pistola le conminó a estarse quieta o si no la mataría.

Por su parte, el guardia civil que detuvo a este asaltante ha dicho que se encontraba "muy alterado", pero "totalmente consciente", ya que respondía con claridad.

Los agentes que se encargaron de la investigación han negado que le golpeasen durante su declaración, como aseguró él ayer, y han dicho que se contradijo varias veces en las versiones que dieron los otros tres.