El operador de SG causante de pérdidas multimillonarias tuvo un cómplice interno

París.-  El ex operador de Société Générale (SG) Jérôme Kerviel al que el banco francés responsabiliza de haberle causado pérdidas de unos 4.900 millones de euros por prácticas fraudulentas contó con la complicidad interna de un colega, según un informe interno publicado hoy.

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(EFE)

El ex operador de Société Générale (SG) Jérôme Kerviel al que el banco francés responsabiliza de haberle causado pérdidas de unos 4.900 millones de euros por prácticas fraudulentas contó con la complicidad interna de un colega, según un informe interno.

En sus conclusiones, la inspección general de SG señaló haber descubierto "indicios de complicidad interna, de un operador asistente" del equipo que se encargaba de la supervisión de Kerviel (identificado como JK).

Los autores de este informe, que precisaron que no han podido interrogar al respecto a ese presunto cómplice a causa de la investigación judicial en marcha, justificaron sus sospechas por el hecho de que se encargó de "numerosas operaciones de naturaleza fraudulenta de JK" por ese asistente.

En concreto, cerca del 15% de las "transacciones ficticias" del operador al que se responsabiliza de las pérdidas multimillonarias habían sido obra de ese cómplice.

Además, un correo electrónico daba a entender que estaba al corriente "del resultado realizado por JK en sus transacciones fraudulentas".

Por último, cuando sus compañeros del servicio de supervisión de mercados preguntaron a Kerviel sobre unos desfases en operaciones que había realizado, el presunto cómplice lo cubrió.

Por otro lado, según el comité especial constituido por SG para clarificar el fraude multimillonario, los superiores de Kerviel fallaron en su supervisión.

"La jerarquía del operador, que constituía el primer nivel de control, falló en la supervisión de sus actividades", destacó el comité especial, creado con carácter temporal y presidido por el ex presidente del grupo automovilístico PSA Peugeot Citroen, Jean-Martin Folz.

Folz y los otros dos administradores que han constituido este comité especial explicaron que "al supervisor inmediato le faltaba experiencia en la negociación de mercados y no estuvo suficientemente dirigido en sus nuevas funciones".

Desde esa inexperiencia, el superior inmediato de Kerviel dio muestras de "una tolerancia inapropiada" con las posiciones que asumía el controvertido operador, y ni él ni la persona que estaba por encima de él hicieron una revisión adecuada de los riesgos que aquél asumía sobre la base de los informes disponible, ni tampoco reaccionaron a las alertas que les hubieran "permitido identificar las posiciones disimuladas".

El comité especial consideró demostrado que gracias a "las maniobras y la habilidad" del antiguo operador de SG para "disimular sus posiciones, sus riesgos y sus resultados", pudo evitar no ser descubierto por sus superiores hasta el pasado mes de enero.

No obstante, si el descubrimiento de sus prácticas no ocurrió antes se debió también a "ciertas debilidades" internas del funcionamiento del banco, como el "desfase" entre el crecimiento de los volúmenes de transacciones de acciones y los medios de control.

Otras de las citadas "debilidades" fueron la ausencia de algunos controles, como las posiciones en nominal, la fragmentación de la supervisión entre diferentes unidades, la falta de sensibilización adecuada al riesgo de fraude o la insuficiente de reactividad para aplicar acciones correctoras.