Milagro en L.A.   

Los Angeles Lakers lograron la victoria en el primer partido de la final de la conferencia Oeste, tras imponerse a San Antonio Spurs por 89-85. Kobe Bryant anotó 25 de sus 27 puntos en la segunda mitad, secundado por Pau Gasol, con 19 puntos y 7 rebotes. Tim Duncan fue el mejor de los Spurs, con 30 puntos y 18 rebotes. Un parcial de 40-16 dió la vuelta a un partido que los Lakers llegaron a perder por 20 mediado el tercer cuarto.

Kobe Bryant protagonizó la remontada para los Lakers, que se sitúan 1-0 en la Final del Oeste

Los Spurs abrieron la serie, con un inicio de partido magnífico. A pesar de haber jugado un decisivo séptimo encuentro en Nueva Orleans en la noche del lunes al martes, los hombres de Popovich dominaron desde el primer minuto. Con ventajas cortas, San Antonio pudo abrir diferencia en el marcador dada la facilidad anotadora de las dos estrellas de los texanos, el base francés Tony Parker y el pivot Tim Duncan, cuya defensa era imposible para los Lakers.

El entrenador de los californianos prefirió que sus jugadores no  realizaran dobles marcajes en la defensa de Duncan, que estuvo demoledor ante Gasol y Odom. Afortunadamente para Jackson, el siempre irregular Vlade Radmanovic tuvo uno de sus mejores partidos, anotando 10 de los primeros 12 puntos de los Lakers.

A pesar de llegar a disponer de 9 puntos de ventaja (20-29), los Spurs cerraron el primer cuarto con sólo dos puntos arriba en el marcador, merced al acierto del banquillo californiano, con los bases Vujacic y Farmar en uno de sus mejores días.

Con los reservas en pista por ambos equipos, los Spurs empezaron a incrementar su ventaja. Mientras en los Lakers, los titulares Fisher y Odom no tenían su mejor día, Duncan seguía su demostración de poder, anotando puntos de todos los colores ante todos los defensores que Jackson le enviaba. Kobe Bryant anotaría su primera canasta poco antes del descanso, al que se llegó con 8 puntos de ventaja texana (43-51).

Tras la reanudación, los Spurs se mostraron intratable. Además de Duncan, Parker, Bowen y el alero de origen nigeriano Udoka anotaban con claridad, mientras que en los Lakers, Gasol estaba demasiado sólo. No era de extrañar  que ante esta situación, los Spurs se marcharan, poco a poco, en el marcador, hasta conseguir 20 puntos de ventaja en el minuto 28 de partido (45-65). El partido parecía perdido para los Lakers, ante un equipo que sorprendentemente estaban más frescos físicamente que los californianos.

Sin embargo, con todo perdido, Jackson cambió su planteamiento, negando la canasta a Duncan y dejando tirar desde la línea de tres puntos a los jugadores exteriores. Con Kobe apareciendo, por fin, y aliándose con Pau Gasol, los Lakers se metieron en el partido a base de coraje. En apenas 4 minutos, los Lakers estaban de vuelta en el partido, con un parcial de 14-0 liderado por el dúo dinámico angelino, Kobe y Pau. Los Spurs estaban tocados, pero no hundidos, encontrando siempre a su líder en los momentos comprometidos, acabando el cuarto con 7 puntos de ventaja (65-72).

La remontada parecía factible para los Lakers, pero Duncan se empeñó en demostrar lo contrario. Afortunadamente para los de Phil Jackson, el pivot nacido en Islas Vírgenes, se encontró muy sólo, mientras en los locales, además de Kobe y Pau, Vujacic y Odom aparecieron para anotar canastas en momentos claves.

Con 3:18 por jugar, los Lakers cerraron la remontada, con una canasta de Lamar Odom que empataba el partido a 81. Dos tiros libres y una canasta de Bryant cerraban un parcial de 40-16, inconcebible en un equipo con tanta experiencia y calidad como los Spurs.
Los Lakers mantendrían los cuatro puntos de diferencia hasta el final, cerrando el partido con una canasta de dos de Kobe Bryant, y dos tiros libres del sexto hombre, Sasha Vujacic.

Los Lakers, que endosaron a los Spurs un parcial de 44-20 en los  últimos 18 minutos de partido, se hacían con el primer triunfo de una serie que mediado el tercer cuarto, parecía que no iba a tener historia. Los problemas físicos de Bryant, y su exagerada generosidad con sus compañeros, pudieron costarle el partido a los californianos, donde una vez más, Pau Gasol demostró lo acertado de su fichaje. Ayudado por el mal día de su pareja en el juego interior, Lamar Odom, Gasol se echó el equipo a la espalda para mantener a los Lakers en el partido a la espera de que Bryant se decidiera a tomar el mando. Ante el mejor pivot de las dos últimas décadas, el de Sant Boi sufrió en defensa, pero no se arrugó en ataque, forzando faltas de Duncan, Oberto y Thomas, sus marcadores. Si Bryant vuelve a su mejor nivel, Gasol podrá aparecer más, tomando ventaja de cualquier ayuda que Gregg Popovich ordene contra el mejor jugador del mundo.