El domingo se cumple el quinto aniversario de la muerte del obispo Teodoro Úbeda

Palma.-  Este domingo 18 de mayo se cumple el quinto aniversario de la muerte de Teodoro Úbeda, quien fue obispo de la diócesis de Mallorca durante más de 30 años, tal como ha recordado el obispado en un comunicado.

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(EFE)

Imagen de la homilía del funeral del obispo de Mallorca, Teodoro Ubeda.

Teodoro Úbeda, nacido en Ontinyent, falleció a los 71 años el 18 de mayo de 2003. Tres días después se celebraron los solemnes funerales en la Catedral de Mallorca, presididos por el entonces arzobispo de Barcelona, el cardenal Ricard María Carles, acompañado de cuatro arzobispos, trece obispos, cerca de trescientos sacerdotes y unos cuatro mil fieles.

En la homilía, Carles mencionó la tarea apostólica que había compartido con Úbeda y Valencia y recordó a los mallorquines que despedían al obispo que se había hecho mallorquín y había llegado a querer la isla de Mallorca "con delirio".

Al funeral asistieron las principales autoridades eclesiásticas del Estado y representantes políticos de Baleares y la comunidad valenciana.

El obispo Úbeda recibió sepultura en la Capilla de Sant Pere de la Catedral, donde ha realizado posteriormente su intervención el artista de Felanitx Miquel Barceló, y donde fue enterrado junto a un recuerdo de su tierra natal, un poco de tierra del campo de la Serreta aportado por vecinos de Ontinyent.

El pontificado de Úbeda se distinguió, según ha indicado el obispado de Mallorca, por la aplicación del Concilio Vaticano II en Mallorca, por una reestructuración profunda de la diócesis y por la promoción de la lengua y la cultura propias de las islas y la normalización lingüística de la liturgia.

En 1979 creó la delegación diocesana de acción social y la federación de grupos de "esplai" de las islas.

En 1984 solicitó, con los otros dos obispos de Baleares, la creación de la provincia eclesiástica de las islas, que no ha sido concedida todavía por la Santa Sede.

Dos años después aprobó los nuevos estatutos del Centro de Estudios Teológicos de Mallorca y del capítulo de la Catedral.

El obispo nacido en Ontinyent animó la presencia misionera de sacerdotes, religiosos y seglares en Burundi y Perú, países que visitó a menudo, y fomentó el ecumenismo principalmente con la atención religiosa a los turistas y extranjeros residentes en las islas.

Úbeda inauguró el Sínodo Diocesano que concluyó en mayo de 1999 con la publicación de las "Constituciones Sinodales" que concretan la orientación y aplicación del Concilio Vaticano II en Mallorca y supusieron la creación de los consejos diocesanos del laicismo y de la vida consagrada y la reestructuración de los arciprestazgos y zonas pastorales de la diócesis en el año 2000.

En el ámbito nacional, presidió la comisión de pastoral de la Conferencia Episcopal Española (CEE) en los sexenios 1977-83 y 1989-95 y fue designado por la CEE para representarla en el Congreso Nacional de la Iglesia Italiana en Palermo.

Úbeda fue responsable de las relaciones entre el episcopado y la cadena de radio COPE entre 1987 y 1990 y miembro de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación.

El obispo creó además la delegación de medios de comunicación de la diócesis e inauguró unos estudios de radio y televisión en la Casa de la Iglesia.