La travesía del Tiétar en el 'Rocío de Castilla y León' se ve dificultada por el aumento del cauce del río

Hontanares (Ávila).-  Los romeros que a lomos de sus caballos y en carretas han participado esta mañana en la romería del Cristo de la Luz, más conocida como el 'Rocío de Castilla y León', han visto dificultada la travesía del río Tiétar debido al considerable aumento de su cauce.

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A diferencia de otros años, en los que esta romería que discurre entre las localidades de Lanzahíta y Hontanares, pedanía de Arenas de San Pedro, al sur de la provincia de Ávila, tenía lugar en los primeros días de junio, en esta ocasión se ha celebrado a principios de mayo, debido al adelanto de la Semana Santa.

Pese a ello, más de 4.000 personas procedentes de todo el Valle del Tiétar y de las provincias limítrofes, según la Policía Local, han participado en esta tradición declarada en 2001 por la Junta de Castilla y León, Fiesta de Interés Turístico Regional.

Más de un centenar de jinetes y una decena de carretas han participado en el recorrido que separa ambas poblaciones, para acompañar al pesado cirio tradicional, portado en una de las carretas por dos jóvenes mayordomas.

Todos ellos comenzaron a cruzar el río en torno a las 10.00 de la mañana, ante la expectación del público, que pudo comprobar cómo el cauce del río Tiétar era muy superior al de otros años.

Entre los aplausos de los asistentes fueron pasando individualmente o en grupos, los jinetes que no tuvieron más remedio que mojarse, ya que la profundidad del río se situaba en torno a un metro y medio.

Una de las carretas, pequeña y muy antigua, tuvo bastantes dificultades para atravesar el Tiétar, aunque con el empuje de los cuatro chavales que la conducían pudo salir a flote y pasar el río, gracias a los esfuerzos de unos jóvenes que tuvieron que meterse en el agua para llegar a la otra orilla.

Tras secarse, pudieron reponer fuerzas con el jamón y las cervezas que llevaban en el carro.

Superada esa dificultad que deberán superar nuevamente esta tarde cuando retornen e Lanzahíta, los jinetes cumplieron con la tradición de entrar en Hontanares a galope tendido, pasadas las 11.00 de la mañana y subidos a sus monturas -caballos, yeguas y burros-.

El cielo nublado no ha evitado que miles de personas se hayan acercado hasta Hontanares para disfrutar de una jornada de fiesta en el campo, disfrutando de una agradable temperatura.

Tras la entrada en la población, las mayordomas entregaron el cirio tradicional al Cristo de la Luz en la ermita que desde hace más de cuatro siglos acoge la talla.

Según la leyenda, el templo fue edificado después de que un pastor de Hontanares descubriera la imagen a orillas del Tiétar y fuera trasladada a Lanzahíta, de donde desapareció misteriosamente, para volver a ser encontrada en el mismo punto en el que fue hallada por primera vez.

Desde entonces, los vecinos de la zona interpretaron lo ocurrido como un mensaje divino, mediante el cual el Cristo de la Luz elegía ser custodiado el lugar en el que había sido encontrado.

Por eso, cada año la romería discurre entre Lanzahíta y la pedanía arenense, distantes entre sí siete kilómetros.

La proximidad a la festividad de la Virgen del Rocío, el protagonismo de los caballos, los vestidos de faralaes, el recorrido por el campo y el hecho de que esta romería se celebre en la zona conocida como 'La Andalucía de Ávila', han hecho que esta celebración sea conocida popularmente como el 'Rocío de Castilla y León'.

Tras la llegada de los caballos, los romeros asistieron a una misa, antes de participar en la procesión y en una comida de confraternización junto a la ribera del Tiétar.