Lula se dice espantado por el riesgo cero que le atribuyen a Estados Unidos

Río de Janeiro.-  El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó a las agencias de calificación de riesgo que, pese a la actual crisis de Estados Unidos, consideran que la mayor economía del mundo no es arriesgada para los inversores.

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(EFE)

"Me espanta ver que el riesgo estadounidense es cero", afirmó Lula en un discurso improvisado hoy en el estado de Bahía durante la ceremonia oficial que marcó el inicio de las obras de un nuevo gasoducto en el país.

"Me espanta ver que el riesgo estadounidense es cero", afirmó Lula en un discurso improvisado hoy en el estado de Bahía durante la ceremonia oficial que marcó el inicio de las obras de un nuevo gasoducto en el país.

"(Estados Unidos) está en una crisis inmensa y no tiene riesgo. Aumenta el riesgo de Brasil, el de Rusia, y el de los estadounidenses, que están entupidos de deudas hasta aquí (el cuello), es riesgo cero. En mi opinión, esa es una inversión de las empresas que miden el riesgo", afirmó el presidente.

Pese a las críticas a las agencias de calificación de riesgo, el jefe de Estado aprovechó el discurso para conmemorar nuevamente la decisión de la semana pasada de Standard & Poor's (S&P) de otorgarle a Brasil el estatus de "grado de inversión", es decir de país confiable para los inversores extranjeros.

Aseguró que Brasil, con un crecimiento del 5,4 por ciento el año pasado, inversiones crecientes y cuentas públicas en orden, vive un "momento de magia" y que eso evitó que la crisis estadounidense afectara al país.

"Estamos trabajando para que el país crezca 5, 6 ó 4,5 por ciento anual durante un largo período porque ese crecimiento a largo plazo va construyendo bases sólidas de un país industrializado para que no tentamos que retroceder cuando ocurren crisis en otros lugares del mundo", dijo.

"Y es esa experiencia que estamos viviendo ahora, la que impidió que la crisis estadounidense resbalara en Brasil", afirmó.

Aseguró que países como China, India y Brasil mejoraron mucho su peso económico en los últimos años y que, "aunque aún no somos ricos como Alemania, Estados Unidos y Japón, ninguna decisión del mundo es tomada sin considerar a estos países".

"Brasil quiere dejar de ser un país periférico. Brasil quiere transformarse en una nación económicamente fuerte, socialmente más justa y con alto grado de conocimiento científico y tecnológico", aseguró.

El presidente también conmemoró el anuncio de que Brasil obtendrá este año un nuevo récord en la cosecha de granos y dijo que esa producción podrá ayudar a enfrentar la actual inflación mundial de los alimentos, que calificó como un problema que no amenaza mucho a su nación.