Condenan al Sescam a indemnizar a la familia de un paciente que murió tras una operación de rodilla

Toledo.-  El juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Toledo ha condenado al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) y a una sociedad mercantil ha indemnizar con 120.621 euros a la familia de un paciente que murió tras someterse a una intervención de rodilla en una clínica toledana concertada con la sanidad pública.

ampliar foto

(EFE)

En la imagen, el director gerente del SESCAM, Juan Alfonso Ruiz Molina.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, estima en parte el recurso presentado por la familia del fallecido contra la resolución de la Administración regional que rechazó la reclamación de los familiares.

El juzgado estima que el paciente no recibió la información adecuada sobre los riesgos de la operación a la que iba a someterse y condena al Sescam y a la empresa Ibérica de Diagnóstico y Cirugía a indemnizar solidariamente con la citada cantidad a los familiares: 77.542 euros para la esposa del fallecido y 8.615 euros para cada uno de sus cinco hijos.

Los hechos juzgados, dados a conocer por la Asociación El Defensor del Paciente, comenzaron en octubre de 2001, cuando Manuel P. acudió a la Clínica Virgen del Rosario en virtud del concierto firmado con el Hospital Virgen de la Salud de Toledo para que se le implantara una prótesis de rodilla.

Los demandantes denunciaron que el paciente no fue informado de los riesgos de la intervención -una artoplastia total de rodilla derecha con implante de prótesis cementada tipo Search LC- y que a los tres días de recibir el alta se le diagnosticó "una sobreinfección de herida quirúrgica".

En junio de 2002 se le diagnosticó una infección ósea activa y en agosto de ese año se le retiró la prótesis en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo. En ese mismo centro se le tuvo que intervenir en octubre de 2002 por una reactivación del proceso infeccioso, pero el paciente murió el 17 de febrero de 2003.

Sus familiares argumentaron que existió nexo causal entre la atención sanitaria recibida y el desenlace final, pues, además de que el paciente no recibió información sobre los riesgos, en la intervención no se aplicó la profilaxis que aconsejan los protocolos y posteriormente no recibió el tratamiento adecuado.

Por su parte, tanto el Sescam como Ibérica de Diagnóstico y Cirugía se opusieron a la demanda.

El juez considera que no hay duda de que el paciente murió por las consecuencias de la infección y también estima probado que la posterior asistencia que recibió en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo "fue completamente correcta".

Sin embargo, sostiene que no cabe apreciar que el paciente fuera informado de los riesgos, pues el consentimiento que obra en el expediente no está firmado ni por él ni por el médico, ni existe ningún otro documento que acredite que fuera debidamente informado.

"Estamos ante un supuesto de consecuencias fatales producidas por el proceso séptico derivado de la infección de la prótesis, lo que nos permite sostener que era imprescindible que se acreditara que el paciente decidió someterse a la intervención plenamente consciente de los riesgos que afrontaba", expone la sentencia.