La fábrica de fibroyeso de Orejo empezará a producir en octubre, con 77 trabajadores en plantilla

Orejo (Marina de Cudeyo).-  La fábrica de fibroyeso de Orejo empezará a producir en octubre de este año con una plantilla de 77 trabajadores, pero antes, el 30 de julio, se abrirá para realizar las primeras pruebas.

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(EFE)

El presidente de Cantabria Miguel Angel Revilla (centro), firmando en febrero de 2004 el protocolo con el grupo costarricense Pujol-Martí para la instalación de una planta de fabricación de láminas de fibroyeso en Marina de Cudeyo.

El consejero delegado de GFB, Mario Esquivel, se ha comprometido hoy con Sodercan a cumplir estos plazos en una reunión de la junta extraordinaria de accionistas celebrada en las instalaciones de la fábrica de Orejo, en la que, además, se ha acordado adelantar la fecha fijada inicialmente para que la sociedad pública abandone el proyecto.

Así, ambos socios, que se habían marcado como plazo para ejecutar posibles opciones de compra el mes de agosto de 2009, explorarán "inmediatamente", en dos meses, la viabilidad de que Euroamérica adelante de manera "significativa" la compra de la participación de Sodercan en el proyecto (30%).

El accionista mayoritario de GFB, la sociedad Euroamérica, del grupo costarricense Pujol Martí, se ha comprometido también a vender el primer año tres millones de metros cuadrados de fibroyeso, una cifra que se ha "moderado" respecto al plan de negocio inicial por la crisis del sector inmobiliario.

El acuerdo ha sido hecho público tras la reunión por el propio Esquivel y por el director general del Grupo Sodercan, Salvador Blanco, quien ha subrayado la apuesta de ambos socios por este proyecto -un "valor de futuro para la riqueza de la región"-, y su compromiso de realizar un seguimiento "exhaustivo" para que se cumplan los plazos.

La Junta General de Accionistas ha autorizado la formalización por la sociedad de un préstamo participativo por importe de 5,9 millones de euros más anticipos de 250.000 correspondientes a aportaciones ya realizadas por Euroamérica para atender las necesidades financieras del proyecto.

Según Salvador Blanco, estas aportaciones ratifican el compromiso del socio mayoritario con la apertura de la fábrica.

Sodercan y Euroamérica han acordado también realizar una valoración de la maquinaria que GFB compró a la sociedad costarricense.

Cada socio pedirá a dos entidades de reconocido prestigio propuestas de valoración para después seleccionar una de mutuo acuerdo, cuyo resultado será asumido por las partes. Blanco ha apuntado que la valoración puede ser menor, pero también mayor.

La Junta General ha acordado, además, reducir de ocho a seis el número de miembros del Consejo de Administración, lo que supondrá la salida de este organismo de los consejeros de Industria, Javier del Olmo, y Economía, Ángel Agudo, al haber cumplido ya la función para la que fueron nombrados.

Así, formarán parte del Consejo de Administración cuatro vocales designados por Euroamérica y otros dos elegidos por Sodercan: el propio Salvador Blanco y el director de la sociedad pública Francisco Royano.

Con este acuerdo, ha explicado Blanco, la sociedad se dota de un órgano de administración más reducido y con mayor capacidad operativa y de seguimiento e impulso continuado del proyecto en una etapa crucial para su "lanzamiento operativo".

El director general de Sodercan ha explicado que en atención al apoyo que el Gobierno de Cantabria ha dado a GFB, Sodercan hará un "seguimiento exhaustivo del proyecto" a través de su participación en el Consejo de Administración, pero no como "comisario político", sino para ayudar a que se ponga en marcha lo antes posible.

El Consejo de Administración se reunirá una vez al mes hasta que la fábrica empiece a producir. Euroamérica espera obtener beneficios tres años después de que eso ocurra.

En cinco años, cuando la fábrica alcance su plena capacidad de producción, a tres turnos, la plantilla alcanzará las 200 personas, según ha explicado Mario Esquivel.

El consejero delegado de GFB ha asegurado que las perspectivas de ventas son buenas a pesar de la crisis de la construcción porque el fibroyeso se utiliza en la rehabilitación y en la construcción de edificios públicos como hospitales y escuelas.

No obstante, ha reconocido que la situación del sector inmobiliario ha obligado a revisar los planes de viabilidad y de negocio de la empresa.

Esquivel ha calificado el mercado potencial de "complejo" y ha explicado que la previsión es que entre un 30 y un 35 por ciento de la producción se exporte y el resto se venda en España y Portugal.