Solbes admite que el paro, la inflación y los tipos nos amargarán la temporada

La realidad económica se va imponiendo cada día a fuerza de datos. Y hoy, el pausado y prudente Pedro Solbes, ha tenido que reconocer que la cosa no está para lanzar cohetes. Más bien al contrario. Ni los datos del aumento del paro, ni las tensiones sobre la inflación parece que le vayan a dejar respirar en los próximos meses. Y aunque insiste en que hay que hablar de desaceleración y no de crisis cuando se crece a un 2,7%, el ministro de Economía no ha escondido su pesimismo, luego matizado, por primera vez en mucho tiempo.

Paco Campos (EFE)

Solbes intenta escuchar todos los matices sobre la subida de la inflación.

Primero, como dato para el desayuno, los 37.542 parados nuevos que esta mañana se han conocido, referidos al mes de abril, son una muestra de que el paro va más deprisa de lo que el Gobierno había previsto. "No son buenos datos, pero tampoco son ninguna sorpresa" ha explicado el vicepresidente a la prensa, durante la última jornada de la 41 Asamblea del Banco Asiático de Desarrollo.

Segundo, las tensiones que sobre los precios están generando las subidas de los alimentos, especialmente del arroz y el resto de los cereales, que junto a un precio del petróleo que según la OPEP podría llegar a los 200 dólares, pone "muy difícil alcanzar el objetivo de inflación del 3% previsto para este final de año" en España. El término "muy difícil", en boca de un tipo como Solbes es poco menos que decir imposible, aunque después ha matizado, y ha insistido en que la lucha contra la subida de los precios sigue siendo el objetivo prioritario del Gobierno Zapatero. Claro que también será complicado que la subida media de los precios de la Unión Europea se sitúe en el 2% .

Con este panorama, mientras cereales y petróleo sigan empujando al alza los precios, el Banco Central Europeo (BCE) tendrá más difícil bajar los tipos de interés. Así que esa hipotética rebaja por parte del banco central, aparece como más lejana cada día, mientras persistan las tensiones inflacionistas. Ése ha sido el tercer sapito que se ha tragado el vicepresidente, acentuando su pesimismo. Porque si no hay rebaja de tipos de interés, los millones de españoles que tienen hipotecas tendrán que seguir apretándose el cinturón. Este escenario negro resultaba gris en el contexto en que Pedro Solbes ha anunciado su balance sobre los datos económicos, durante la clausura de la Asamblea del Banco Asiático de Desarrollo, una institución que lucha contra la pobreza de 1.900 millones de personas en Asia y Pacífico que viven con menos de dos dólares diarios.

Sobre el fichaje de Taguas

El fichaje de David Taguas, ex director general de la Oficina Económica de Zapatero, por parte de la patronal de los grandes constructores, SEOPAN, para Solbes se corresponde con una decisión "personal" del citado ex alto cargo de La Moncloa, porque de "ética es muy difícil hablar", es un tema "muy personal". A partir de ahí, el vicepresidente no se ha salido del comentario de que habrá que esperar a que el reglamento sobre incompatibilidades diga si la decisión de Taguas es legal o no, para afirmar después que no fue consultado sobre la decisión. Es más, se enteró cuando fue publicado por los medios.

El número uno económico del Gobierno no ha querido entrar en la posibilidad de subir el salario de los ministros y algunos cargos y responsabilidades políticas, asunto éste que los diferentes gobiernos no se atreven a abordar por su impopularidad. Echando un capote al resto de la profesión política, tras preguntarle sobre los otros fichajes millonarios de la temporada, como el de Zaplana (100 millones de euros) o Taguas, Solbes ha insistido en que son muchos más los políticos que abandonan la carrera pública y regresan a sus puestos de funcionarios, profesores o cualquiera de sus carreras originarias.