Apenas 48 horas después de escribir la hoja promocional del viaje de la ministra de Defensa a Afganistán en El Mundo, Ana Pastor abrió las puertas de '59 Segundos' (TVE) al presidente del Gobierno. Fue la primera entrevista de Zapatero tras revalidar su cargo. Y la triste confirmación de dos cuestiones importantes: la absoluta incapacidad del presidente para provocar el menor entusiasmo, y el miserable momento periodístico que atraviesa nuestro país.
Zapatero, durante su intervención.
La última cronista oficial del gobierno, cada día más segura y cómoda frente a las cámaras, presentó al presidente y a los periodistas invitados. Ninguno pertenecía a un medio digital. Todos garantizaban a Zapatero una velada sin sobresaltos. Casimiro García Abadillo, vicedirector del diario 'El Mundo'; Margarita Sáenz Díez, redactora jefe de 'El Periódico de Catalunya'; Fernando Ónega, columnista de 'La Voz de Galicia'; José María Calleja, periodista y escritor; Antón Losada, de la Cadena Ser, y Charo Zarzalejos, directora de la agencia Vasco Press. Lo que es el nuevo periodismo.
A García Abadillo le correspondía el papel de oposición. Por si ustedes no lo saben, les diré que El Mundo es el periódico que mantiene una relación más estrecha con Zapatero. ¿No me creen? Pues línea directa, y conversaciones diarias, con su director. Como lo oyen. Una relación mucho más íntima que con la cúpula de El País, por ejemplo. Otra cosa es que el escorpión lleve en su carácter picar, y Pedro J. no pueda evitar soltarle algún aguijonazo de cuando en cuando. Pese al escozor, Zapatero mantiene la relación. Así son las cosas. Así es el talante.
Pero así no es el periodismo. En pleno 2008, con diarios digitales que superan los once millones de usuarios únicos en el mes de marzo (elmundo.es), no es admisible que un programa como '59 segundos' no incluya periodistas digitales. Como tampoco es de recibo la ausencia en un programa que pretende ser interesante, de periodistas de verdad. Por periodista de verdad no me refiero a periodistas famosos, extremistas o pachangueros. No me refiero a la cuadra de periodistas que pululan por tertulias, magazines y debates. Ni a esos periodistas que están encantados de haber sido los elegidos para entrevistar al presidente, y jamás se complicarían la vida con preguntas impertinentes. Me refiero simplemente a buenos profesionales.
Ya saben, esos periodistas que piensan que su trabajo está más relacionado con la información, con las noticias, que con el poder. ¿No debería ser tan difícil encontrarlos, verdad? Lo que sucede es que para encontrarlos hay que buscarlos. Si han seguido ustedes el programa '59 segundos' se habrán dado cuenta de que aquellos elegidos para defender al PP son caricaturas (ese jefe de informativos de la COPE), mientras que los que defienden al Gobierno son generalmente prudentes y comedidos. Reconozcámoslo: puestos a manipular, la izquierda manipula mejor que la derecha. La supuesta izquierda, digo. No hay más que oír la COPE, leer El Mundo o ver Telemadrid para comprobar que a la derecha se le va la mano. La izquierda (la supuesta izquierda) es mucho más… sutil.
Y a todo esto, el presidente del Gobierno en la televisión pública. Concretamente en un '59 segundos' que jamás le bajó el micro (A Esperanza Aguirre le amagaron varias veces). Y le tendió su más mullida y confortable alfombra roja.
— Presentadora: ¿Han pagado a los secuestradores (del atunero liberado en Somalia)?
— Presidente: Las cosas se han hecho bien, y espero que todo el mundo lo reconozca.
—Presentadora: Otro asunto que también preocupa es el aceite de girasol. Hubo comentarios alarmistas al comienzo…
— Presidente: … En mi opinión es más conveniente tomar las medidas que nos puedan criticar por exceso (sic).
— Presentadora: Si le parece entramos en otros temas de más calado…
Y Zapatero pudo seguir con su mitin inicial, veinte minutos de discurso interrumpido únicamente por preguntas que le ayudaban a marcar el ritmo, a cambiar de tema, a engrandecer su autopromoción. Lamentable comienzo. Y lamentable desenlace. Dos preguntas para cada invitado. Y ni una contrapregunta, ni una pizca de sal en las heridas (¿está bien pagar a secuestradores en Somalia, pero mal en Euskadi?), ni una cuestión sobre medio ambiente, ciencia, cultura o nuevas tecnologías, muchas preguntas que suspiraban por la respuesta ("estamos creando empleo como nadie en Europa"), mucho compadreo y poco… periodismo.
Un ejemplo perfecto de programa gubernamental y mamporrero. Sin titulares, sin tensión, sin interés. Ver las caras sonrientes, felices, de Fernando Ónega, Antón Losada o la presentadora, encantados de haber sido elegidos por 'el jefe', me produjo una sensación amarga y cargada de melancolía: ¿El periodismo ha muerto?
Horas antes había asistido a otro desatino periodístico, también relacionado con la televisión pública: ayer el telediario del mediodía de La 1 no ofreció la información sobre el aceite de girasol hasta las 15:30. Después incluso de una vergonzosa promoción de «59 segundos» realizada, a modo de reportaje informativo, por Elena Ochoa. Treinta minutos le hicieron falta a la televisión pública para referirse al tema de salud pública del momento: "no hay ningún problema con el aceite de girasol", dijeron. Por supuesto nada de marcas, nada de datos, nada de investigación, nada de… periodismo.
La revancha del reportero
Autor: Plácid Garcia-Planas
Editorial: Diéresis
No podemos terminar el post de hoy con regusto amargo: leamos algo de buen periodismo. Para inaugurar la colección Primera Página, editorial Diéresis ha editado un libro del reportero de La Vanguardia Garcia-Planas en el que sigue las huellas de siete grandes corresponsales de guerra. Historias que se desarrollan en Balcanes, Beirut, Saigón, Prusia oriental, norte de Francia… y también Melilla y los Monegros.
"La última palabra de toda crónica de guerra no la tiene el último disparo. La tiene el tiempo", asegura el autor. Un autor que escribe crónicas que recuperan crónicas, reportajes sorprendentes de viejas aventuras vividas por gente de carne y hueso. Textos que, marcados por la muerte y el instinto de supervivencia, nos ayudan a entender el mundo de hoy.
Periodismo de primera. Ése que está más cerca de la información, de la gente, que del poder. Una gozada.
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Javier Pérez de Albéniz es El descodificador.Tiene un blog, una parienta, una niña, un perro, dos caballos, un huerto, un libro de Walt Whitman, una Gibson acústica del 78 con las cuerdas nuevas, todos los discos de Mississippi John Hurt, una foto de Kipling junto a otra de Johnny Cash, un mapa del Kala Patar (5.545 m)… Y una tele vieja que se ve como el culo.
Vi el programa... y me pareció una verguenza como ser reían los periodistas, que caritas le ponían al presi. +
Soitu.es se despide 22 meses después de iniciar su andadura en la Red. Con tristeza pero con mucha gratitud a todos vosotros.
Fuimos a EEUU a probar su tren. Aquí están las conclusiones. Mal, mal...
Algunos países ven esta práctica más cerca del soborno.
A la 'excelencia general' entre los medios grandes en lengua no inglesa.
Un GIF animado de poco más de 1 minuto de duración en el que ha resumido la trama completa de La Guerra de las Galaxias
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