La Iglesia ecuatoriana cree necesario reconocer los derechos legales de las parejas del mismo sexo

Quito.-  La Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) planteó hoy a la Asamblea Constituyente que reconozca los derechos que otorga la Ley a las "parejas estables, sin que importe su sexo u opción sexual", aunque ratificó a la práctica homosexual como "incompatible con la vida de fe".

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(EFE)

El presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), Antonio Arregui (d), explicó hoy que la postura de la Iglesia respecto a las parejas estables responde a una "realidad social" y es de orden "básicamente patrimonial".

En unas observaciones al proyecto de ley que sirve de referencia para la redacción de una nueva Carta Magna remitidas por los obispos a la Asamblea Constituyente, se destaca que el matrimonio debe ser privativo de parejas formadas por hombre y mujer y la familia como "célula fundamental de la sociedad".

El presidente de la CEE, Antonio Arregui, explicó a Efe que la postura de la Iglesia respecto a las parejas estables responde a una "realidad social" y es de orden "básicamente patrimonial".

El pronunciamiento de Arregui se produce en momentos en que la Asamblea analiza el pedido de grupos de homosexuales de incluir en la Constitución que se respeten sus derechos legales como, por ejemplo, la posibilidad de heredar bienes de sus parejas.

Arregui consideró que debe haber "una regulación, que permita que sus relaciones (de las parejas del mismo sexo) estén regidas por principios de equidad y justicia".

"Entendemos que la moral cristiana, considera la práctica homosexual como incompatible con la vida de fe. Entendemos que eso, lamentablemente, a una persona le priva de su condición de cristiano consecuente", dijo.

Sin embargo, añadió que "en los aspectos jurídicos y legales, las uniones no pueden quedar reconocidas como matrimonios ni equiparadas a las familias. Pero el Estado, en el ámbito que le corresponde, tiene el derecho de normar los efectos económicos y patrimoniales que se derivan de tales uniones".

Puntualizó, no obstante, que "nunca" admitirán que "la unión entre personas del mismo sexo se equipare a una celebración del matrimonio y, después de quedar establecida, se asimile a la familia. Matrimonio y familia son instituciones sagradas", subrayó.

Contestó negativamente al ser consultado en rueda de prensa si esta posición es "de avanzada" en la línea de la Iglesia católica: "Es sólida y tradicional doctrina de la Iglesia y la distinción entre el régimen jurídico que la sociedad impone y el régimen moral que guía las conciencias".

Arregui puntualizó que se trata de "adaptarse sin renunciar a los principios", mientras la CEE, en sus observaciones a la Asamblea, recalca que "toda persona humana es respetable, sea cual sea su orientación sexual".

El texto agrega que, "este respeto a la persona no significa la aprobación de relaciones sexuales no conformes con la naturaleza humana", y termina el comunicado anotando que "Cristo no vino a condenar sino a sanar".