Lío de mociones y votaciones en el pleno del ayuntamiento de Zaragoza sobre el trasvase

Zaragoza.-  Todos los grupos en el Ayuntamiento de Zaragoza, PP, CHA e IU, desde la oposición, y PSOE y PAR, desde el Gobierno, presentaron hoy mociones alusivas al abastecimiento de agua a Barcelona, cuyo debate simultáneo generó un confuso rechazo a los trasvases y un lío en las votaciones de unas y otras.

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(EFE)

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), José Luis Alonso, dijo hoy que la venta de derechos sobre concesiones de agua es un asunto a decidir por la Federación de Comunidades de Regantes del Ebro, pero advirtió que esta opción "no está entre sus tradiciones".

Así, del mismo modo que se aprobó una la del PSOE que tolera la transferencia de agua a Barcelona, salía adelante otra de CHA por la que el pleno manifestó su total oposición e instaba a interponer un recurso de inconstitucionalidad contra el Real Decreto ley que aprueba las medidas excepcionales de abastecimiento a Barcelona.

Un error en el recuento de votos cuando se encontraban fuera de la sala de plenos dos ediles del PSOE, que fue aprovechado por la responsable de Cultura, Pilar Alcover, para entrar de nuevo, evitó en la repetición de la votación que el PP sacara adelante con CHA su intención de reprobar a Marcelino Iglesias, presidente de Aragón, por no defender los derechos de los aragoneses ante el trasvase de agua a Barcelona.

Por su parte, IU accedió a la votación por separado de los cuatro puntos de su moción y, aunque logró sacar adelante tres, cada apartado tuvo un apoyo diferente, lo que provocó la risa del alcalde, Juan Alberto Belloch, momentos antes indignado por las protestas de la oposición cuando autorizó a su concejal a participar en la votación anterior.

El equipo de Gobierno sacó adelante el rechazo del pleno a los trasvases de aguas de las cuencas hidrográficas de las que forma parte Aragón que afecten a la sostenibilidad, apeló al Gobierno de Aragón a ampararse en el Estatuto para defender los derechos relacionados con el agua y acordó manifestar al Gobierno central la decepción de los aragoneses por el retraso en la ejecución de las obras de regulación recogidas en el Pacto del Agua.

El socialista Carlos Pérez Anadón aseguró que con la moción del PSOE, rechazada por PP y CHA, no se plantea al Gobierno más que sus obligaciones estatutarias y aseguró que en la concesión a Barcelona de agua desde Tarragona "no va a haber ni un litro de más".

El portavoz del PP, Domingo Buesa, opinó que ese trasvase "vulnera" y "ningunea" el Estatuto de Autonomía, que recoge la necesidad de que la Comunidad elabore un informe preceptivo antes de emprender cualquier transferencia de caudales, y acusó a los presidentes de Aragón, Marcelino Iglesias, y de España, José Luis Rodríguez Zapatero, de "incumplir" el compromiso político y legal que adquirieron con los aragoneses para rechazarlo.

Se preguntó además si no es razón para reprobar a Iglesias que en 2006 se pronunciara en contra de la ampliación del trasvase a Tarragona, o si lo que se está apoyando con "el agua a golpe de talonario" es que las comunidades ricas compren el agua y "abortar" así el desarrollo de las pobres.

Para el concejal de CHA Juan Martín, el trasvase "vulnera" la Directiva Marco del Agua de la UE, el principio de unidad de cuenca, es "insostenible" social y medioambientalmente, provoca afección en el Delta, "ignora" otras alternativas y sienta un "peligrosísimo precedente".

Martín criticó además que se cuestione la solidaridad de "la ciudad que más agua ha ahorrado" por parte de otra que "tiene las redes de abastecimiento más ineficientes" y logró, con el apoyo de PP e IU, que el pleno reconociera las afecciones que seguirá provocando en el Ebro el trasvase y que se pronuncie en contra del acuerdo entre la Generalitat y el Gobierno central.

El portavoz del PAR lamentó el espectáculo que se está dando en torno a esta polémica y rechazó reprobar a Iglesias, porque si hay que hacerlo deben de ser las Cortes.

El concejal de IU, José Manuel Alonso, cuestionó la necesidad de agua de boca a Barcelona, algo que no se sustenta con los 40-50 hectómetros cúbicos autorizados, porque sólo llegarán a 500.000 personas, o con el gasto de 180 millones de euros que va a costar la tubería para abastecer este término durante seis meses.

"¿Vamos a hacer llaveros con los 500 metros de tubería que se van a desmontar?", preguntó Alonso, para quien esto demuestra que "o es la operación más absurda de la historia o hay otras razones" detrás.