El Valencia pinta su séptima Copa de naranja

MADRID.-  El Valencia ganó 3-1 al Getafe en la final de la Copa del Rey con goles de Mata, Alexis y Morientes, con lo que consigue la séptima Copa de su historia, en un partido en el que fue de más a menos, ante un Getafe que se vuelve a quedar con la miel en los labios con su segundo subcampeonato consecutivo.

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Reuters (EUROPA PRESS)

El Valencia ganó 3-1 al Getafe en la final de la Copa del Rey con goles de Mata, Alexis y Morientes, con lo que consigue la séptima Copa de su historia, en un partido en el que fue de más a menos, ante un Getafe que se vuelve a quedar con la miel en los labios con su segundo subcampeonato consecutivo.

El equipo valencianista tuvo un inicio y un principio demoledor con tres goles psicológicos que acabaron con la ilusiones de un Getafe que otra vez vuelve a morir en la orilla. Dos goles en los primeros diez minutos y el tercero en el 83 sentenciaron una final que le da el pase al Valencia para la próxima edición de la Copa de la UEFA, mientras que el cuadro azulón firma su particular semana negra ante el Bayern en la UEFA y esta noche en el Vicente Calderón.

El escuadrón ofensivo del Valencia formado por Villa, Silva, Mata y Arizmendi abatió de un plumazo todos los fantasmas y las dudas con las que llegaba el equipo a la final. A los tres minutos de partido, cuando el Getafe casi no había tocado el balón porque éste era del Valencia, Villa y Silva se asociaron por la izquierda para sacar un centro que cabeceó Mata y que Arizmendi desvió involuntariamente. Era el principio de final soñada y un mazado para los de Laudrup.

El Getafe, sin querer, asumió el rol de equipo tímido y miedoso, ante un Valencia que se cosió los galones y templó y mandó gracias a un Baraja inconmensurable. El 'Pipo' tiró de experiencia para tranquilizar a los suyos y hacerles creer que se podía. En esas estaban cuando a los diez minutos un saque de esquina sacado por Silva llegó al centro del área pequeña y ahí apareció Alexis como un avión para marcar el segundo. Más traumático no podía ser para el equipo azulón porque un ex les asestaba el segundo mazazo en diez minutos de vendaval blanquinegro.

No fue hasta el minuto 20 cuando el Getafe comenzó a carburar, a hacer lo que ha hecho gran parte de la temporada y lo que más le gusta que es tocar el balón. Esto hizo que los jugadores de banda, Contra y Granero empezaran a asumir protagonismo, pero se encontraron con un Valencia bien plantado atrás. Los de Laudrup poco a poco le fueron comiendo terreno a su rival, sobre todo, porque el Valencia dio un pasito atrás y decidió arropar a su portero para salir a la contra.

Los últimos 20 minutos tuvieron color azulón, más de dominio y control del balón que otra cosa porque el peligro apareció en cuentagotas. Los de Koeman no supieron rematar a su rival y con el tiempo de la primera parte cumplido, Contra forzó un penalti cometido por Moretti que Granero se encargó de transformar y dejar la eliminatoria abierta para la segunda mitad.

Koeman, que tuvo que escuchar las quejas de la afición ('Koeman, vete ya) incluso con el título en la mano, y Laudrup optaron por los mismos guerreros tras pasar por el vestuario. El control del partido se equilibró, pero fue el Valencia el que llegó con más peligro. Villa, con dos ocasiones en dos minutos, le metió el miedo en el cuerpo a su rival. En la primera no supo fijar la puntería y tiró a reventar el balón, mientras que en la segunda se fabricó una jugada con media vuelta incluida que Ustari desvió a córner.

EL 'GETA' SE ECHA ARRIBA

Fue el momento en el que Laudrup comenzó a mover peones y retiró a Contra para dar entrada a Pablo Hernández. El castellonense salía de una lesión tras caer en el partido contra el Barcelona. Koeman también refrescó la defensa con la entrada de Caneira por un Albiol tocado. El ritmo del partido subió y Granero envió un zapatazo al larguero a la hora de partido y ahora era el equipo blanquinegro el que tembló.

El Getafe se espoleó al oir el ruido de la madera y acorraló a un Valencia timorato. Los problemas para Koeman su multiplicaron cuando se lesionó Moretti con un pinchazo en la parte posterior del muslo y entró Moretti. Esto obligó a colocar a Caneira como lateral izquierdo y a Marchena al lado de Alexis en el centro de la zaga.

De la Red firmó otro capítulo del acoso azulón con un cabezazo en el minuto 69 que detuvo con solvencia Hildebrand. El Valencia pasaba por sus peores momentos porque no tenía el balón y sufría demasiado en defensa ante el mayor empuje de su rival. Era el momento de sacar el otro fútbol y el oficio porque el equipo se había quedado sin ideas de forma repentina y aún quedaban 20 minutos.

El danés lo vio claro y se la jugó al ataque. Laudrup pasó a jugar con una defensa de tres y con Braulio en la delantera para formar sociedad con Albín y Manu. Menos de un cuarto de hora para firmar la machada y empatar un partido que se les había puesto muy cuesta arriba desde el principio. Koeman refrescó el ataque con Morientes por Villa más voluntarioso que efectivo.

El partido cayó para el doble o nada. El Getafe apostó fuerte por forzar la prórroga ante un Valencia que a medida que pasaba el tiempo se diluía. Braulio la tuvo en su cabeza pero Hildebrand metió una mano increíble para sacarla a córner. Sin embargo, cuando todo apuntaba al empate, Morientes se tiró en plancha para marcar el tercero y lograr la primera Copa del Rey para su historia y la séptima para el Valencia.