El "dos caballos" cumple 60 años y lo celebra con una exposición en París

El "dos caballos", el coche con el que según Citroen era posible cruzar campos de tierra sin tumbar la cesta de huevos, echar una siesta en el asiento de atrás o atravesar un río seco, celebra sus 60 años con una muestra en París que exhibe tanto su faceta técnica como la lúdica del popular vehículo.

"El dos caballos ha sabido anticiparse a las necesidades de muchas generaciones de conductores", aseguran los organizadores de la muestra que podrá verse en la Ciudad de las Ciencias de París hasta el próximo 30 de noviembre.

"Práctico, no muy caro e innovador" eran las cualidades que definían a este vehículo presentado en el Salón del Automóvil de París de 1948 y que vuelve ahora a ser protagonista en la capital francesa, en una exposición en la que el visitante podrá, de nuevo, ponerse a su volante y probar sus prestaciones.

En 42 años, Citroen fabricó más de cinco millones del popular modelo, que fascinó a campesinos, mujeres, hippies, trabajadores y viajeros, tanto por su bajo precio como por sus características técnicas: cuatro plazas y cuatro puertas, asientos abatibles y un amplio maletero, además de un consumo nunca antes visto: cinco litros a los 100 kilómetros.

La marca apostó por un vehículo económico, fácil de fabricar y de utilizar, que pudiera ser vendido a un precio que desafiara a toda competencia y que aportaba como elemento novedoso una suspensión que le convertía en un verdadero "todo terreno", así como una sofisticada carrocería pintada, a menudo, de un característico color gris.

Fiat acababa de lanzarse a la conquista de las clases medias con su "Cinquecento Topolino", destinado a un mercado muy similar al que pretendía conquistar Citroen con su "dos caballos", por lo que había que apresurarse para poder competir con él.

El 23 de agosto de 1939, la marca francesa homologó el "2 CV A", un antecesor directo del "dos caballos", del que sólo se fabricaron cien unidades porque la irrupción de la Segunda Guerra Mundial enterró el proyecto.

Los "2 CV A" fueron escondidos a la indiscreta mirada del ocupante nazi, que al otro lado del Rin ultimaba la salida del "vehículo del pueblo", el popular "escarabajo" de Volkswagen.

Aquellos cien pioneros "dos caballos" aparecieron por casualidad en una planta de Citroen en 1968 y en la actualidad son preciadas piezas de coleccionista de las que sólo han sobrevivido cuatro ejemplares.

Ajenos a la azarosa historia de aquellos "2 CV A", los responsables de Citroen recuperaron su proyecto de "dos caballos" apenas callaron los estertores bélicos.

Fruto de ese impulso, en 1948 presentaron en sociedad el "2 CV" en medio de un gran entusiasmo de un público que aguantó listas de espera de hasta cinco años para disfrutar de su "dos caballos".

Y eso que el nuevo modelo no contaba con el respaldo de la prensa de aquellos años 50, que puso en duda su eficiencia y se mofó de su "acabado espartano", con un único faro delantero, y de "su color gris".

De aquellos primeros dos caballos grises que tanto denostaron los periodistas pueden verse algunos ejemplares en la exposición de París, que repasa toda la evolución del popular vehículo.

Once años más tarde de su lanzamiento, Citroen renovó el diseño, incorporó un segundo faro delantero y el arranque eléctrico.

En 1966 salió al mercado el "2 CV AZAM", el "dos caballos" de lujo, con mejores acabados y cuyas puertas ya se abrían de atrás hacia adelante.

Decorados "a lo hippie" o transformados en "camping-car", las numerosas formas y colores que tomó el vehículo hasta sus últimos modelos, salidos de las cadenas portuguesas en 1990, se recogen en la colección de fotografías que exhibe la muestra, en la que también se podrán observar los anuncios publicitarios del emblemático coche.

Aprovechando el aniversario de su coche más popular, Citroen presenta en primicia la maqueta de un prototipo bautizado como "C-Cactus" y que, según el fabricante, tiene muchos puntos en común con el "2 CV".

Fabricado con menos piezas que sus rivales contemporáneos, más ligero, con un consumo reducido y menos contaminante, el "C-Cactus" retoma el espíritu innovador que en su día tuvo el "2 CV", con atención especial al "confort y a los equipamientos esenciales" con los que como entonces pretende conquistar al pueblo.