La Junta trabajará para que el Estatuto se apruebe con fecha de caducidad del trasvase Tajo-Segura incluida

Toledo.-  El vicepresidente de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, ha dicho hoy que la Junta trabajará para que en las Cortes Generales se apruebe en su actual redacción el proyecto de Estatuto de Autonomía, incluida la fecha de caducidad del trasvase Tajo-Segura en 2015, porque antes de esa fecha ya no habrá agua que derivar al Levante.

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(EFE)

El vicepresidente primero de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata.

Lamata, durante la rueda de prensa del Consejo de Gobierno, respondía así a preguntas de los periodistas sobre la petición que ha hecho el PP de Castilla-La Mancha al Ejecutivo autonómico para que aclare las alternativas que maneja, si el Parlamento de la Nación no acepta la disposición adicional que fija el fin del trasvase Tajo-Segura en 2015.

Fernando Lamata, que según el PP dijo este fin de semana que el Gobierno regional baraja diferentes opciones si no sale aprobada la disposición, ha indicado que el Ejecutivo autonómico "no va dar lugar a que haya polémica con el PP" y tiene la intención de ir de la mano con este partido para defender a Castilla-La Mancha y que el nuevo Estatuto de Autonomía "sea el mejor".

"Vamos a trabajar con la convicción de que el actual redactado del Estatuto es muy bueno, incluida la fecha de caducidad del trasvase, porque antes de 2015 ya va a ser imposible trasvasar agua", ha asegurado Lamata.

El vicepresidente primero de la Junta ha afirmado que el Ejecutivo autonómico quiere "un estatuto de máximos, de primera división, como los que se han ido aprobando por las Cortes españolas, y al que también Castilla-La Mancha aspira y tiene derecho".

Ha añadido que "de ahí no nos vamos a apartar y no vamos a entrar en polémicas con el PP", que espera "siga firme" en el acuerdo que en su día alcanzó con el PSOE para aprobar por unanimidad el proyecto de reforma del Estatuto en las Cortes regionales.

Fernando Lamata espera que los diputados en el Congreso se convenzan y asuman el nuevo Estatuto, pues el Gobierno de Castilla-La Mancha "no quiere derrotar a nadie ni quiere ser derrotado", sino que todos ganen con un Estatuto que "significa fortalecer a Castilla-La Mancha" y, por tanto, a España.

El vicepresidente de la Junta reiteró las razones por las que desde Castilla-La Mancha se defiende poner fin al trasvase Tajo-Segura en 2015, como la falta de agua en los pantanos de la cabecera del Tajo, donde actualmente hay 258 hectómetros cúbicos, sólo dieciocho más del límite no trasvasable.

"Va quedando claro que el trasvase Tajo-Segura no va a tener sentido", pues "no va a quedar agua para derivar", ha dicho Lamata, que ha añadido que "ese es el tema de fondo y lo demás son florituras".

Lamata también ha criticado a los presidentes valenciano y murciano, Francisco Camps y Ramón Luis Valcárcel, que han anunciado movilizaciones para reclamar el trasvase del Ebro después de aprobarse un abastecimiento de emergencia a Barcelona con agua de ese río.

El vicepresidente ha criticado que estos dirigentes autonómicos agiten "fantasmas" y promuevan la división entre regiones cuando sus comunidades llevan treinta años recibiendo agua que se manda desde Castilla-La Mancha no sólo para beber, sino también para su desarrollo económico.

"A mí se me caería la cara de vergüenza", ha dicho Lamata, que ha recordado que el Gobierno regional nunca se ha opuesto a que se envíe agua para beber, aunque discute que vaya agua al Levante para su desarrollo económico mientras a Castilla-La Mancha se le niegan adjudicaciones de agua para nuevos desarrollos industriales.

El vicepresidente de la Junta ha dicho que "en Castilla-La Mancha queremos desblindar los ríos", que asegura "están blindados en Valencia y Murcia", donde históricamente vienen haciendo uso del trasvase.

Respecto a la derivación de agua del Ebro para abastecer a Barcelona, Lamata, que ha indicado que no va a entrar "en la terminología" con que se alude a esa "derivación de emergencia", denominada también por algunos trasvase, ha afirmado que a la Junta le parece bien porque "es lo que llevamos haciendo nosotros hace treinta años con mucho gusto" porque "el agua es de todos y todos tienen derecho a beber".

Para Lamata, en situaciones extraordinarias, como la que atraviesa ahora en Barcelona, hay que dar "soluciones extraordinarias".