Autoridades dicen que la reconstrucción del World Trade Center va a buen ritmo

Nueva York.-  El ambicioso proyecto de reconstrucción del World Trade Center, que fue destruido en los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, avanza a buen ritmo, afirmó hoy el presidente de la Autoridad del Puerto de Nueva York y Nueva Jersey, Anthony Coscia.

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(EFE)

El ambicioso proyecto de reconstrucción del World Trade Center, que fue destruido en los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, avanza a buen ritmo.

Esa entidad, que gestiona los aeropuertos, túneles y puentes y es propietaria del World Trade Center, asumió en 2006 el liderazgo en la reconstrucción del complejo, situado en el sur de Manhattan.

Coscia señaló hoy que dieciocho meses después de tomar el control del proyecto, se puede "decir de manera definitiva que nuestro papel en los esfuerzos para la reconstrucción ha tenido un efecto decisivo".

El presidente de la Autoridad del Puerto intervino en un acto organizado por la revista neoyorquina de negocios Crain's, durante el que repasó la evolución de ese y otros proyectos a largo plazo que se pretenden realizar para mejorar el transporte en Nueva York y ampliar la capacidad de sus aeropuertos.

Señaló que la también conocida como "zona cero" es uno de los lugares de construcción "más complejos" a nivel mundial y que las obras requerirán una inversión total de 16.000 millones de dólares para un área de casi 6,5 hectáreas.

En esa superficie se incluyen cinco edificios para oficinas, una terminal de transporte diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava y espacio para locales comerciales, además de un monumento y un museo dedicado a las casi 3.000 personas que perdieron la vida en la tragedia.

"A pesar de la complejidad, tengo la satisfacción de decirles que todos los proyectos que lleva la Autoridad del Puerto van por muy buen camino", señaló Coscia.

Respecto a los edificios de la "zona cero", dijo que el banco JP Morgan Chase le aseguró que ocupará una de las nuevas torres de oficinas que allí se construirán, pese a que recientemente compró el banco de inversión Bear Stearns y su nueva sede.

Sobre la "zona cero", precisó además que casi la totalidad de la base en que se asentará el monumento a las víctimas está completada y que más del 70 por ciento de los contratos de construcción salió ya a licitación.

En cuanto a la Torre Libertad, el edificio más emblemático del complejo, señaló que la estructura de acero progresa y que "estará por encima del nivel de la calle este verano".

En diciembre de 2006 se colocaron los primeros pilares de ese rascacielos, que tendrá una altura total de 1.776 pies (unos 542 metros) y unos 242.000 metros cuadrados de espacio para oficinas comercio y ocio, entre otras características.

También comentó los avances para erigir otros dos edificios de oficinas y la estación de transporte, en la que confluirán diversas líneas de metro y trenes que enlazan el sur de Manhattan con el estado vecino de Nueva Jersey.

"El área está literalmente llena de actividad, con más de 700 trabajadores y más de un centenar de equipos de construcción", resaltó.

"El avance es real y significativo", recalcó Coscia y recordó, como contraste, el sombrío panorama que se cernía sobre todo el proyecto tan solo dos años atrás.

Los fuertes intereses económicos y políticos, unidos al carácter emocional y simbólico que envuelve al proyecto, fueron durante años un pesado lastre para avanzar en la reconstrucción de la zona cero.

En abril de 2006 y después de enconadas negociaciones entre la Autoridad del Puerto y el promotor Larry Silverstein, se llegó a un compromiso por el que se reducía el control del empresario sobre el conjunto de la obra y pasaba la gestión de la Torre Libertad y del edificio de Deutsche Bank (propiedad del JP Morgan Chase) a la Autoridad portuaria, entre otros acuerdos.

A cambio, Silverstein conservaba el control de la edificación y de la gestión de otros tres edificios, considerados los más rentables por su proximidad a la terminal de transporte.

El veterano promotor inmobiliario había alquilado el World Trade Center seis semanas antes de que terroristas de Al Qaeda estrellasen dos aviones comerciales secuestrados contra las Torres Gemelas, en el atentado más trágico registrado en EE.UU.