La jerga juvenil, ¿cuece o enriquece?

SÁN MILLÁN DE LA COGOLLA (LA RIOJA).-  El lenguaje sms, las abreviaturas de los chats, el laísmo, la falta de vocabulario, las palabras malsonantes, los anglicismos hasta en la sopa... ¿hablan los jóvenes mal o estamos ante un nuevo código que el español debe saber incorporar al acervo lingüístico de nuestro país?

En torno a esta pregunta giran las conversaciones en los pasillos del Monasterio de San Millán de la Cogolla, donde se celebra el tercer seminario internacional "El español de los jóvenes", organizado por la Fundación del Español Urgente con la colaboración de la Fundación San Millán de la Cogolla e inaugurado esta mañana por la Princesa de Asturias.

Durante tres días expertos lingüistas, escritores, guionistas, personalidades de los medios de comunicación y filólogos intentarán dilucidar alguna conclusión sobre esta cuestión. El debate está servido. Y en el centro de la controversia se encuentran las nuevas tecnologías y las "mutaciones lingüísticas" que conllevan. A ellas acusan algunos de causar un profundo daño en la gramática castellana y de ser culpables de la merma en el vocabulario de los jóvenes.

Francisco Reyes, profesor de la Universidad Complutense es de esta opinión. Los mensajes de móvil y el messenger son los responsables de la falta de capacidad de expresión de los chavales de la calle y cree que sufren un "embrutecimiento" en su forma de hablar y de escribir. El director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, en su discurso inaugural también ha expresado su preocupación por una "pobreza de expresión preocupante".

El escritor José Ángel Mañas, sin embargo, no comparte lo que él considera un "alarmismo y pesimismo cultural". No es de extrañar tratándose del autor de 'Historias del Kronen', novela también adaptada a la gran pantalla que reflejaba fidedignamente (algunos la acusaron de "novela magnetofón" que se limitaba a reproducir los diálogos que se oían en la calle) el modo de hablar de los jóvenes de su generación, a los que él llama "noventeros".

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Raquel Manzanares (EFE)

Acto de presentación de la Fundéu Mexicana, organizado hoy en San Millán de la Cogolla (La Rioja).

"Entre los que hoy consideramos bárbaros posiblemente estén los clásicos de mañana", afirma el escritor, quien ha asegurado en su ponencia que ninguna sociedad puede ni debe vivir con un "traje lingüístico anacrónico". Mañas tampoco percibe que todo el impacto de las nuevas tecnologías haya sido negativo y resalta, por ejemplo, el papel del correo electrónico, que ha resucitado el moribundo género epistolar: "Yo hace diez años no escribía ni una carta y ahora mando varios emails al día".

Para él la consigna es clara: hay que dejar a los jóvenes moldear el lenguaje, que ya habrá tiempo para cribas. Eso sí, el laísmo no quiere verlo ni en pintura. ¿Cuál debe ser, pues, la actitud? "Ser flexibles con el léxico e inflexibles con la gramática".