El Gobierno foral tranquiliza a los consumidores y dice que es seguro comer carne vacuno

Pamplona.-  El director general de Agricultura y Ganadería del Gobierno de Navarra, Ignacio Guembe, considera que en este momento es cuando "más seguridad" hay de que la carne de vacuno está libre del denominado mal de las "vacas locas", por lo que ha transmitido un mensaje de "tranquilidad" a los consumidores.

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(EFE)

La muerte de dos personas a consecuencia del mal de las vacas locas genera de nuevo en España preguntas sobre la seguridad del consumo de la carne vacuna y el desarrollo de la propia enfermedad. En la imagen, varias vacas pacen en una finca de la provincia de Segovia.

En una rueda de prensa ofrecida tras conocerse ayer el fallecimiento de dos personas en Castilla y León como consecuencia de esa enfermedad, Guembe ha insistido en que los "exhaustivos" controles que se realizan desde el año 2001 hacen que en la actualidad sea cuando mayor seguridad existe de que ningún animal afectado va a llegar al consumo humano.

Por esta razón se ha mostrado confiado en que estas informaciones no repercutan en el consumo y supongan un descenso del mismo, ya que esto sería "lamentable".

Guembe ha apuntado que aunque no se puede descartar que se detecte algún caso de esta enfermedad en Navarra, la probabilidad de que esto ocurra es "bajísima" y si lo hubiera la tendencia sería a disminuir. Al respecto ha indicado que la tasa de animales afectados por esta enfermedad en Navarra se sitúa en torno al 1 por 10.000, lo que ha calificado como una cifra "bajísima".

Así, según ha señalado, en los alrededor de 3.500 animales controlados en el 2001 se detectaron dos positivos, entre los más de diez mil analizados en el 2006 hubo un positivo, en los más de siete mil del 2007 ninguno y en lo que va de 2008 se ha detectado un positivo.

El director general ha recordado que la enfermedad de las "vacas locas" tarda en manifestarse en humanos entre ocho y diez años desde el momento en el que se contrae la enfermedad.

En el caso de las dos personas fallecidas en Castilla y León ambas contrajeron la enfermedad antes del 2002, antes de que en la Unión Europea se pusiera en marcha un "rigurosísimo" sistema de controles sobre la carne de vacuno.

Esas medidas de control, que en Navarra comenzaron a aplicarse entre los años 2001 y 2002, tienen por un lado un carácter preventivo para evitar que los animales desarrollen la enfermedad y por otro lado incluyen controles ejecutivos para evitar que los animales que se hayan podido infectar entren en la cadena alimenticia.

En esos controles se incluye un sistema de identificación y trazabilidad, de forma que todos los animales estén perfectamente identificados desde su nacimiento hasta su sacrificio; un control de la alimentación del ganado para asegurar que no incluye las harinas de origen vegetal, que fueron las causantes del contagio de los animales; y un control veterinario de la sanidad de las vacas.

A eso se suman controles en matadero para garantizar que ningún animal afectado llega al consumo humano, la recogida, análisis y destrucción de los animales que fallecen en el campo o en las explotaciones por cualquier causa y un programa de control epidemiológico que se pone en marcha cuando se detecta un animal con encefalopatía.

En Navarra los controles los realizan veterinarios de los departamentos de Salud y Desarrollo Rural y, según Guembe, lo hacen con "máximo rigor".