La antorcha olímpica más incendiaria recorre Londres entre protestas

Lo que hace años era un honor ahora es un problema. Si no que se lo digan a las autoridades londinenses. Como era de esperar varios grupos han boicoteado la llegada de la antorcha olímpica a la ciudad. Por el momento, al menos 30 personas han sido detenidas "por diversos delitos relacionados con el orden público".

(EFE)

Varias escenas del recorrido.

Llevaban días anunciándolo y las autoridades tenían 2.000 agentes preparados para 'contraatacar'. Seis grupos pro-tibetanos estaban dispuestos a hacer lo que fuese para boicotear la llegada de la antorcha olímpica a la capital británica y así ha sido. Ni siquiera la nieve que ha cubierto la ciudad de blanco ha impedido que saliesen a protestar por la represión de China en el Tíbet, donde el pasado jueves se informó de la muerte de ocho personas en un tiroteo contra monjes y civiles en la provincia de Sichuan.

Desde el principio del recorrido — el cinco veces campeón olímpico de remo Steve Redgrave ha sido el primero en portar la antorcha— han intervenido con el objetivo de deslucir el evento. Incluso un manifestante llegó a coger la antorcha de manos de una de las portadoras, la presentadora de televisión Konnie Huq, antes de ser reducido por la Policía, mientras que en otro punto de la marcha hubo un incidente con un extintor o una bomba de humo.

Pero pese a las constantes interrupciones, la antorcha, rodeada en todo momento de delegados olímpicos y policías, continúa su viaje por la capital británica, entre los aplausos de parte del público y los cientos de estudiantes chinos congregados para apoyar los Juegos.

En total 80 personas portearán la antorcha. Además de Redgrave, lo harán otros diez campeones olímpicos, escolares y personalidades de la vida pública como el veterano periodista Trevor McDonald y la violinista Vanessa Mae. La doble campeona olímpica Kelly Holmes la llevará en el último tramo del relevo hasta encender el pebetero olímpico en la cúpula de O2 en Greenwich.

En su viaje por la capital británica, la antorcha pasará de mano en mano entre corredores, ciclistas y personas en barcos o el piso superior de un autobús y, pese a las bajas temperaturas, se espera que sea recibida con carnavales y actos festivos en puntos emblemáticos del recorrido como la catedral de San Pablo o la plaza de Trafalgar.

También está previsto que el primer ministro británico, Gordon Brown, dé la bienvenida al símbolo olímpico en su residencia del número 10 de Downing Street.