China relaja la censura en internet pero activa la autocensura

PEKÍN (CHINA).-  Internet se abre en China. Eso sí, no del todo. Cuando antes intentabas acceder a páginas web poco amigas del gobierno comunista de Pekín el navegador te decía que la página que buscabas no se podía encontrar. Desde hace unos pocos días una larga lista de sitios que antes estaban censurados son ahora visibles, al menos desde Pekín. Las página de la BBC, los blogs de Blogspot, la enciclopedia Wikipedia, Youtube -que estaba bloqueado desde el inicio de la revuelta del Tibet-, y un largo etcétera.

La pareja de policías que alerta a los internautas.

No se ha producido ningún anuncio oficial de las autoridades, pero esto no sorprende ya que antes tampoco admitían que se estuvieran bloqueando páginas como la BBC.

A pesar de todo, la autocensura funciona cada día mejor -según el último informe de Amnistía Internacional-, sobre todo desde que por las pantallas de los internautas se pasea una pareja de policías de dibujos animados para recordarles que están siendo vigilados con la intención de hacerles desistir de entrar en páginas "ilegales". Los ciberagentes aparecen cada 30 minutos en todos los sitios web registrados con servidores de Pekín.

Esta ligera apertura llega en un momento especialmente tenso para China que con la crisis del Tíbet se ha encontrado con un problema que podría deslucir sus Juegos Olímpicos. Ayer mismo el Comité Olímpico Internacional, de reuniones en Pekín, urgió a los organizadores a que el servicio de acceso a internet fuera totalmente libre durante la competición, que espera a unos 30.000 periodistas.

Pero la llamada aquí Gran Muralla Cortafuego (The Great Firewall) no ha sido desactivada del todo. Si en Wikipedia buscamos las palabras Tíbet o Tiananmen el buscador no las encuentra e incluso a veces la conexión se te bloquea durante unos minutos. Tampoco la página web de Reporteros Sin Fronteras está operativa, y si queremos ver en Youtube las imágenes del hombre que consiguió detener a una columna de tanques en las revueltas de 1989, tampoco podemos.

¿Pero cuántos de los más de 200 millones de internautas de este país quieren acceder a estas páginas? Un reciente estudio encargado por una fundación estadounidense revelaba que el 80% de los chinos encuestados creen que los contenidos de la red deben estar controlados por el gobierno.