El Museo Judío de Béjar (Salamanca) reivindica el pasado sefardí de Castilla y León

Béjar (Salamanca).-  El Museo Judío de Béjar, inaugurado en 2006 y único en su género dentro de Castilla y León, ha reivindicado hoy en este municipio salmantino el peso que la comunidad hebrea tuvo durante siglos en prácticamente todo el territorio autonómico mediante asentamientos poblacionales en forma de juderías y aljamas.

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Así ha quedado de manifiesto este mediodía con el descubrimiento de una lápida en memoria de David Melul Benarroch (1928-2007), judío de origen sefardí nacido y fallecido en la ciudad autónoma de Melilla, principal impulsor del Museo Judío de Béjar y cuya viuda, Adelina Macmías, ha recibido en nombre de su esposo y a título póstumo la Medalla de Oro de Béjar, máxima distinción de la villa.

El homenaje a David Melul -ingeniero industrial, empresario y en tiempos cónsul honorario de Israel en España- se ha celebrado en el recientemente restaurado convento de San Francisco con la presencia del alcalde de la localidad textil, Cipriano González, así como de numerosos representantes de las comunidades judías de Barcelona, Madrid y Melilla.

El alcalde, durante su intervención, ha expresado su compromiso de instituir un premio anual, de ámbito nacional, para promover los estudios e investigaciones relacionados con la presencia judía en España antes y después de su expulsión en 1492.

En nombre de la familia Melul ha hablado Mario, uno de sus hijos, quien ha agradecido el homenaje a su padre, de quien ha recordado el excelente trato y gran recuerdo que siempre guardó de Béjar cuando, mediado el siglo XX, pasó en la villa ducal varios años de estudio en su escuela de peritos industriales.

Han asistido también el presidente y el secretario de la Federación de Comunidades Judías de España, Jacobo Israel Garzón y Jacques Laredo, respectivamente, así como numerosas autoridades civiles, académicas y vecinos de la villa bejarana, que aún conserva restos de su antigua judería.

El descubrimiento de la lápida en el Museo Judío y una visita guiada a este recinto cultural acondicionado en una casa nobiliaria del siglo XV, ha precedido a la inauguración de una exposición temporal en ese museo que dirige Antonio Avilés, profesor de Lengua y Literatura en el Instituto de Educación Secundaria "Ramón Olleros Gregorio", situado dentro del histórico Palacio Ducal de Béjar.

Avilés, en declaraciones a la Agencia Efe, ha explicado que la exposición lleva por lema el de "Melilla-Sepharad", en recuerdo de la tierra de origen de Melul y también debido a que sus fondos -objetos de culto y litúrgicos- proceden de la comunidad hebrea y de la principal sinagoga de esa ciudad autónoma española.

El director, natural de Granada y con más de tres décadas de docencia en esa población salmantina, ha lamentado "el abandono creciente y la progresiva destrucción de lo más representativo de la judería de Béjar que, si bien no fue una de las más importantes si fue de en tiempos de las más pobladas".

Prueba de ello, ha añadido, es una lápida funeraria fechada a finales del siglo XIII con el nombre de Fadueña y que se conserva en el Museo Judío, estructurado en tres plantas que recorren el origen y la presencia hebrea en Castilla y León a través de numerosos enseres y documentos tanto originales como reproducciones.

Otro "testimonio imborrable" de esa herencia sefardí, prosigue Avilés, son los apellidos "Béjar, Behar y Bejarano" que han llevado por los cinco continentes los judíos españoles o sefardíes (de Sepharad-España) desde el decreto de expulsión firmado en Granada por los Reyes Católicos el 31 de marzo de 1492.