Hamás y Fatah se reunirán el próximo cinco de abril tras nueve meses sin diálogo

Gaza.-  El movimiento nacionalista palestino Al Fatah y el grupo islamista Hamás reanudarán sus conversaciones directas el próximo cinco de abril, después de más de nueve meses de enfrentamiento.

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(EFE)

El dirigente de Fatah Azam al-Ahmad (d) y el subdirector de la oficina política de Hamás Moussa Abu Marzouk (i), hoy en una rueda de prensa en el palacio presidencial en Saná (Yemen).

"Los líderes de Hamás y de Al Fatah han acordado en Yemen que reanudarán su diálogo el próximo cinco de abril en los territorios palestinos" dijo hoy a Efe Ayman Taha, portavoz de Hamas en Gaza, quien puntualizó que el diálogo "se centrará en la iniciativa yemení para la reconciliación".

La propuesta fue presentada el pasado enero por el presidente de Yemen, Ali Abdulah Saleh, y contiene siete puntos, entre los que destacan la celebración de unas elecciones anticipadas y el reinicio de las negociaciones entre las dos facciones sobre la base de los acuerdos de El Cairo de 2005 y de la Meca de 2007.

La iniciativa yemení también contempla la creación de un gobierno transitorio de unidad nacional y la reconstrucción del aparato de seguridad palestino sobre una base nacional, sin dependencia de las facciones.

"Habrá más encuentros en los próximos días entre Hamás y las autoridades yemeníes y entre Hamás y Al Fatah para discutir las cláusulas de la iniciativa yemení", explicó Taha.

Este portavoz expresó su "enorme aprecio hacia el presidente de Yemen y sus esfuerzos para superar las diferencias y acabar con la división entre los palestinos. Pondremos todo de nuestra parte para hacer que estos esfuerzos tengan éxito".

La relación entre Hamás y Al Fatah quedó gravemente deteriorada el pasado junio, tras la toma del poder en Gaza por parte de los islamistas, que expulsaron a las fuerzas de seguridad leales al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás.

Mientras Abás sólo ejerce su poder desde entonces en Cisjordania, el depuesto primer ministro de la ANP y líder de Hamas, Ismail Haniye, mantiene el control de facto en la franja de Gaza, con un gobierno que Abás ilegalizó.

Las negociaciones comenzaron el pasado miércoles cuando una delegación de Hamás y otra de la Organización para la Liberación Palestina (OLP, controlada por Al Fatah), se trasladaron a Yemen para tratar por separado con las autoridades de ese país una posible reconciliación entre los dos partidos.

Tras varios desencuentros, las dos delegaciones firmaron hoy la llamada "Declaración de Saná", un documento en el que los dos movimientos acuerdan "volver a las situaciones existentes antes de los acontecimientos de Gaza".

Musa Abu Marzuq, que encabezó el equipo negociador de Hamás en Yemen, aseguró tras la firma del acuerdo que ambas partes quieren "ante todo preservar la unidad del pueblo palestino".

El representante de la OLP, Azzam Al Ahmad, anunció por su parte que el presidente yemení tratará la cuestión del diálogo entre los dos movimientos rivales durante la cumbre de la Liga Árabe, que se celebrará próximamente en Damasco, informó la agencia de noticias palestina "Maan".

El enfrentamiento entre Hamás y Al Fatah se agravó tras las elecciones legislativas celebradas en enero de 2006, que ganó Hamás.

En febrero del siguiente año lograron acordar el establecimiento de un gobierno de unidad nacional, que se colapsó cuatro meses más tarde con la toma del poder por parte de Hamás en Gaza.

Entonces se inició un periodo de enfrentamiento en el que ambos grupos represaliaron a los seguidores del movimiento contrario que permanecieron en los territorios bajo su control y limitaron la libertad de prensa de los medios cercanos al partido rival.

El acercamiento de Hamás y Al Fatah abre un interrogante sobre el proceso de paz que Abás mantiene con Israel, impulsado tras la cumbre celebrada en Annapolis (EEUU) el pasado noviembre.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, advirtió en julio de 2007 al presidente palestino que en caso de que volviese a formar un gobierno de unidad nacional con Hamás, Israel dejaría de verle como un interlocutor válido.