McCain mueve ficha por el mundo mientras los demócratas se matan entre sí

El aspirante republicano a la presidencia estadounidense, John McCain, ha empezado a hacer campaña internacional. Dejados atrás todos los rivales que pugnaban por la candidatura a la Casa Blanca, y con una Clinton y un Obama dispuestos a ponerse zancadillas mutuamente hasta la convención demócrata en Denver, McCain ha comenzado a mover ficha entre los máximos dignatarios en Oriente Próximo y Europa, a los que ya ha presentado sus proyectos de futuro para América y el mundo.

(REUTERS)

Llegada de John McCain a Sderot, al sur de Israel.

El senador por Arizona comenzó esta gira el pasado domingo con una visita sorpresa a Irak para defender y medir las mejoras en la seguridad, que se atribuyen a los 30.000 soldados desplegados de manera 'extra' y cuyo establecimiento ha apoyado. Allí se reunió con el presidente del gobierno iraquí, Al Maliki, y con altos mandos del Ejército estadounidense. El candidato republicano ya ha mostrado su preocupación por las consecuencias que una retirada militar de Irak podría causar en la región. Y todo este discurso aderezado con un dato: el 48% de los americanos cree que el conflicto va "bien" o "muy bien".

El siguiente en la lista fue Israel. El senador, que fue recibido con grandes honores, ratificó su incondicional adhesión a la política israelí ante las amenazas de Hamas e Irán. Manteniendo la línea seguida por su predecesor en la alianza diplomática con uno de los socios preferentes de Estados Unidos, McCain apoyó las operaciones militares desarrolladas por Israel en respuesta al lanzamiento de cohetes por parte de los palestinos.

Hoy le ha llegado el turno de hacer una visita al presidente británico, Gordon Brown. Temas estratégicos de política internacional que el nuevo presidente de los Estados Unidos tendrá que afrontar ineludiblemente, como Irak, Darfur, Irán, el estado de la economía mundial y el cambio climático, ocuparon la agenda de la reunión. Por si las moscas, McCain también se ha reunido con el líder de la oposición, el conservador David Cameron. Y todavía le queda una escala en París, donde verá a Nicolas Sarkozy.

En teoría, McCain no viaja como candidato republicano, sino como miembro del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado. Sin embargo, es difícil no hacer una lectura electoral de la gira del senador. McCain comienza a forjarse una imagen en el exterior, estableciendo contactos y alianzas. Y es que aunque los israelíes y los iraquíes no voten al sucesor en la Casa Blanca, buena parte de su futuro dependerá de la política exterior de los Estados Unidos y de cómo transcurran las relaciones diplomáticas con sus gobiernos durante el próximo mandato presidencial. Siguiendo esta misma estrategia, incluso ha publicado un artículo en el Financial Times exponiendo sus ideas sobre las relaciones transatlánticas y tendiendo la mano a la colaboración con Europa.

Los demócratas, sumidos en la confrontación

Mientras todo esto sucede, del otro lado del océano, Clinton y Obama destinan energía y recursos a los estados en los que todavía tienen que celebrarse primarias, donde podrán arrancar todavía algunos delegados a su rival. Tanta es la confrontación entre ambos candidatos, que el famoso anuncio en el que una niña aparecía durmiendo apaciblemente mientras un teléfono augurando peligros sonaba en la Casa Blanca y una Clinton velaba por la seguridad de la pequeña ha acabado favoreciendo al propio McCain.

Según un sondeo publicado por Zogby International, si tuvieran que elegir entre Clinton y McCain, el 55% de los americanos preferiría que fuera el republicano quien respondiera el teléfono. Más de lo mismo sucede con Obama, quien también sale perdiendo el barómetro del 'teléfono rojo', con un 35 por ciento frente al 56 de McCain.

Pero la proyección exterior no es lo único que cuenta. Mientras que la campaña demócrata está sumida en lo que parece un eterno empate técnico entre ambos candidatos, salpicado de un compendio de acusaciones sobre pastores, cuestiones raciales, debates entre cambio y experiencia, McCain comienza a jugar en Estados Unidos la baza de presentarse como un candidato fortalecido y con las ideas claras.