Documentos revelan la agenda de Hillary Clinton en su época de primera dama de EE.UU.

Washington.-  Los Archivos Nacionales y la biblioteca presidencial de Bill Clinton divulgaron hoy más de once mil páginas de la agenda de Hillary Clinton en su época de primera dama que destacan, según algunos observadores, su ausencia de la Casa Blanca en momentos clave del gobierno demócrata.

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(EFE)

En su libro de memorias, Hillary Clinton explicó que fue en la mañana del 21 de enero de 1998 en que su esposo le advirtió de los informes de prensa sobre su amorío con la becaria.

La divulgación de los documentos, que incluyen reuniones, viajes al exterior, discursos públicos, ceremonias y demás actividades sociales de la ahora senadora demócrata Hillary Clinton y aspirante presidencial, responde a presiones políticas y a una demanda entablada por el grupo "Judicial Watch" en julio de 2007.

Los documentos, organizados de forma cronológica, provienen de los archivos de Patti Solís Doyle, la ex jefa de la campaña de Hillary Clinton, quien estuvo a cargo de su agenda social durante sus ocho años en la Casa Blanca.

De las 11.046 páginas divulgadas, un total de 4.746 fueron tachadas para "proteger la vida privada de terceros", incluyendo sus datos de Seguridad Social, números telefónicos y domicilio, explicó un comunicado de los Archivos Nacionales.

De inmediato, la campaña presidencial de Clinton dijo que los documentos "ayudan a ilustrar la extensa y exhaustiva labor de Hillary Clinton como servidora pública y su papel como una influyente activista en casa y alrededor del mundo a favor de nuestro país".

"Como tal, son un elemento adicional valioso a los archivos públicos, extensos y sustanciales, ya entregados por el presidente (Bill) Clinton", agregó la campaña.

En la contienda por la candidatura presidencial demócrata, Hillary Clinton ha insistido en que tiene mucho más experiencia en política exterior que su rival, el senador por Illinois, Barack Obama.

De hecho, la campaña aseguró hoy que los documentos "ilustran la gama de asuntos sustanciales en los que trabajó" y sus viajes a más de 80 países en los que promovió los programas nacionales y de política exterior del Gobierno de Clinton.

Sin embargo, la mayoría de sus actividades fueron actos tradicionales para una primera dama y algunos con algo más de sustancia.

Por ejemplo, durante un viaje a Rusia, en enero de 1994, la agenda de la ex primera dama sólo incluyó reuniones con esposas de líderes políticos, una visita a un hospital y a una catedral y un almuerzo con mujeres influyentes.

Mientras líderes católicos y protestantes en Irlanda se reúnen entre el 9 y 10 de abril de 1998 para lograr un acuerdo para compartir el poder, la ex primera dama asistió a una ceremonia en memoria de una congresista y se reunió con la primera dama de Filipinas, Amelita Ramos.

Y el 24 de marzo de 1999, cuando EE.UU. lanzó misiles en Serbia para castigar la represión del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic contra los separatistas en Kosovo, Hillary Clinton se encontraba visitando ruinas y sitios arqueológicos en Egipto.

Varios grupos conservadores, no satisfechos con los documentos divulgados hoy, insistieron en que la pareja Clinton aún no ha entregado los archivos telefónicos de la ex primera dama ni los documentos relacionados con su trabajo a favor de una controvertida reforma de salud.

Parte de los documentos divulgados hoy en CD y publicados en la página web de la biblioteca presidencial William J. Clinton, demuestra que a comienzos de la Administración Clinton, la entonces primera dama sostuvo numerosas reuniones con titulares del Gabinete y su personal en temas relacionados con la cobertura de salud.

También indicaron que cuando explotó el escándalo por los amoríos del presidente Clinton con una becaria en la Casa Blanca, Hillary Clinton mantuvo una agenda muy apretada y no canceló sus compromisos públicos dentro y fuera de Estados Unidos.

En medio de toda la crisis de su vida matrimonial, la ex primera dama en un principio creyó en la inocencia de su esposo e incluso apareció a su lado durante un evento sobre educación, en el que Bill Clinton negó enfáticamente los informes sobre su relación inapropiada con Monica Lewinsky.

Entre las múltiples citas y obligaciones de Hillary Clinton por aquellos tiempos, en enero de 1998, figura su selección de flores para una cena formal en la Casa Blanca, conversaciones con los ganadores de un premio nacional en contra de las armas, y una visita a una escuela primaria.

En su libro de memorias, Hillary Clinton explicó que fue en la mañana de aquel 21 de enero en que su esposo le advirtió de los informes de prensa sobre su amorío con la becaria, que él negó rotundamente al principio.

Ante las cámaras de televisión, Clinton denunciaba la "conspiración de la derecha" para difamar a su marido. En privado, cuenta en su autobiografía, no le quedaba más remedio que mantener las apariencias.