Lamata asegura que la huelga no afecta a la negociación de las transferencias

Toledo.-  El vicepresidente primero del Gobierno de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, asegura que la huelga de los trabajadores de la Administración estatal de Justicia en la región no ha afectado a las negociaciones con el Ministerio para el traspaso de competencias, cuyo acuerdo, según afirma, estuvo a punto de alcanzarse la semana anterior a las elecciones.

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(EFE)

En la imagen, el vicepresidente primero del Gobierno de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata.

En una entrevista con Efe, Lamata dice que "la huelga no ha afectado a la negociación, afecta al servicio", hecho que le preocupa "como ciudadano", pero del que, dado que es un derecho reconocido a los trabajadores, nada puede objetarse mientras sea legal.

La negociación de las transferencias "más que por la huelga se ha visto afectada por las elecciones", explica Lamata.

A continuación, el vicepresidente de la Junta desvela que en las reuniones de la última semana antes de las elecciones del 9 de marzo, en las que participaron él y el ministro, Mariano Fernández Bermejo, se "aproximaron posiciones" y se pudo haber alcanzado un acuerdo.

A éste no se llegó al no coincidir las partes en "algunos números", expone Lamata, y anticipa que cuando las negociaciones se reanuden de modo formal -continúan de manera informal mientras el Gobierno está en funciones tras las elecciones- podrían concluir "en una semana" porque: "estamos cerca, no es una distancia muy grande".

En esos últimos días de negociación, "viendo cifras", como explica Lamata, se aclararon posturas en el "capítulo seis" sobre inversiones y dotaciones informáticas o en el "capítulo dos" sobre gastos de funcionamiento.

"Y nos faltaba acercar en el capítulo uno, gasto de personal", añade Lamata antes de subrayar que no sólo hay que tener en cuenta los salarios actuales, sino los del incremento de plantilla previsto, que desde Castilla-La Mancha se defiende "para poder hacer homologable el servicio" respecto al de otras comunidades.

Lamata recuerda a Efe su experiencia en la negociación de las transferencias de sanidad en la época en que fue consejero en la materia y explica que en todo traspaso de competencias existen dos niveles: por un lado el "coste efectivo, lo que tienes y lo que cuesta eso", y por otro el pretendido, que sería el que iguale lo que existe a la media del Estado.

Para el cálculo de esta media, Castilla-La Mancha opta por primar el parámetro del número de habitantes más que el referido a la litigiosidad, ya que la cantidad de asuntos judiciales vistos en una región depende de otras variables como las dotaciones ya existentes o el desarrollo socioeconómico logrado.

"Si se transfiere sólo lo que hay, pues quedamos congelados, todas las mejoras ya tendrían que ser a costa del contribuyente castellanomanchego", apunta Lamata.

Por ello, advierte de que "hay que hacer una previsión de crecimiento, que es la que tendría que hacer el Ministerio de Justicia si no se hacen las transferencias".

Un tercer nivel, al margen de las negociaciones, sería "el plus" de la mejora que Castilla-La Mancha desea aportar al servicio cuando las transferencias estén realizadas.

"La guinda", lo define Lamata tras afirmar que en la recepción de otras competencias la Junta ha conseguido mejoras "espectaculares" en algunos casos y "notables" en otros.

En el caso de Justicia, en el que "los protagonistas", como llama Lamata a jueces, fiscales y otros miembros de los órganos judiciales, permanecerán en el ámbito ministerial, las mejoras que Castilla-La Mancha puede aportar estarán referidas a servicios de logística, seguridad, atención al público o ágil gestión administrativa.

Preguntado por la posibilidad de que Fernández Bermejo no repita en la cartera, Lamata considera que esto "no necesariamente" influye en la negociación con Castilla-La Mancha; aunque reconoce que "sí si cambiara a lo mejor parte del equipo".

"Se rueda bastante bien en la negociación -agrega-, al final es que veamos que el trato convenga (...), que nosotros no tengamos que hacer un esfuerzo excesivo y podamos mejorar".

Lamata, aunque duda sobre "el método" empleado por los huelguistas, afirma que comparte su objetivo, ya que "es razonable" que reivindiquen la homologación con quienes ejercen los mismos trabajos en otras comunidades; como muestra, Lamata recuerda que los trabajadores de la Junta se encuentran "en la media alta" de entre las administraciones autonómicas.

El vicepresidente dice que confía en una pronta solución del conflicto colectivo y que según su información restan "flecos" en la negociación entre sindicatos y Gobierno.