Los escándalos de Jimbo Wales, el rostro visible de la Wikipedia

Al leer sobre Jimmy Wales, fundador de Wikipedia y Jimbo para los amigos, lo que más sorprende es el cúmulo de contradicciones con las que uno se topa. Una de las más evidentes incoherencias de este estadounidense, nacido en Alabama hace 42 años, es haber creado la mayor cooperativa de conocimiento del mundo tras abrazar una filosofía liberal profundamente individualista: El objetivismo.

Steve Rhodes (Flickr)

Wales fue llamado 'la peor pesadilla de Google' por la prestigiosa Fast Company en abril de 2007

La cosa tiene su miga porque la fundadora de esta corriente de pensamiento, Ayn Rand, suelta en sus libros perlas como esta: "Cualquier forma de altruismo es inmoral". Así, no es de extrañar que la discusión en la Wikipedia española sobre si Wales sigue comulgando o no con el objetivismo esté al rojo vivo.

Los escándalos

Lo cierto es que este ex broker, que ganó a los treintaitantos el suficiente dinero para no tener que trabajar durante unos cuantos años, no parece moverse por mero altruismo. Danny Wool mano derecha de Jimbo en la fundación Wikimedia, acusó recientemente a este de apropiarse de fondos para pagar carísimos masajes, botellas de vino de 600 dolares, y alguna comida cuya factura era superior al sueldo de muchos de los que realizan donaciones a Wikipedia. A Jimbo le tuvieron que retirar la tarjeta de crédito de la Fundación.

El otro asunto que últimamente ha puesto su nombre en los titulares de todo el mundo tampoco pinta muy bien. Rachel Marsden, una comentarista política canadiense de tendencias conservadoras y ex novia de Wales, puso a la venta en eBay un camiseta supuestamente de este con dos misteriosas manchas. La cosa, por lo que se dice, era una venganza tras enterarse la periodista por la Wikipedia, tal cual suena, de que la relación entre ambos había terminado.

Wikia, en busca de los dólares

En cualquier caso habrá que ver si estas informaciones no están relacionadas con las envidias que despierta el tremendo éxito de la enciclopedia. Es evidente que para atacar un proyecto tras el que no se encuentra ninguna empresa es necesario disparar contra algo identificable, y no es un secreto que Jimbo, a día de hoy, es para bien y para mal el rostro de Wikipedia. En su última aventura empresarial, el buscador Wikia Search, quiere rentabilizar el haber fundado la mayor obra de consulta de todos los tiempos. Para ello utiliza dos de los pilares en los que se basa el éxito de la enciclopedia mundial: la colaboración de los usuarios y el uso del código abierto en las entrañas de la plataforma. Las críticas por la pobre capacidad de búsqueda del invento no han tardado en llegar, lo que por otra parte quiere decir que existe expectación.

Wales es ahora visto con recelo por los grandes de internet, léase Google y Yahoo, pues Wikia, a diferencia de Wikipedia, entra en competición directa con los intereses de estas y otras empresas. Como si se tratase de una revancha por haber tocado el de Alabama el botón que no debía, Google anunció el desarrollo de su propia herramienta de consulta: Knol. Con ella el buscador californiano, clave en el éxito de Wikipedia, quizá busca terminar con lo de no ganar ni un solo dólar dirigiendo cada día a millones de usuarios hacia los distintos proyectos de Wikimedia.

Distorsionando Wikipedia

Sin embargo, más allá de luchas empresariales cada vez son más los que pueden estar interesados en socavar la credibilidad de la enciclopedia. Es un hecho que este enorme sitio web se ha convertido en el primero hacia el que los internautas se dirigen para recabar información sobre casi cualquier cosa, por lo que que más vale prestar atención a los intentos por manipular los artículos en vez de cotillear con quién se acuesta Wales. Es conocido que Wikipedia Scanner, la herramienta de Wired para detectar la procedencia de los usuarios que editan artículos, ha detectado que el Vaticano, la CIA y el Partido Demócrata se encuentran en la lista de los que, por un motivo u otro, han modificado datos para apoyar sus intereses. Lo más sensato parece ser vigilar las entrañas de Wikipedia en vez de perder el tiempo con la vida privada o pública de su creador, que por otra parte a estas alturas parece estar en otra guerra.