Operadoras virtuales: arañando céntimos a la factura telefónica

MADRID.-  Los operadores virtuales están ocupando el nicho que las ofertas de telefonía móvil de prepago ocupaban hasta el año pasado. Los usuarios se pasan de las tarjetas a contratos 'light' donde sólo se paga por lo hablado, sin cuotas ni consumo mínimo. Sin embargo, a pesar de esta guerra de precios, el nivel de diferenciación entre ellas es bajo.

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Las OMV van a por el tradicional cliente de prepago

12, 10, 9, 8 céntimos/minuto.... la experiencia de estos últimos meses nos dice que cada vez un nuevo Operador Móvil Virtual (OMV) se lanza al mercado, lo hace quitándole un céntimo al precio con el que se ha lanzado el OMV anterior.

Euskaltel, Lebara, PepeMobile, R Cable, BT, Eroski Móvil, Telecable, Happy Móvil (The Phone House), Carrefour, DiaMovil, Simyo, MásMóvil, IO (ONO) y Sweno (El Corte Inglés) son los más conocidos.

La avalancha sólo ha comenzado: en el negocio están interesados desde grupos de comunicación a cadenas de electrodomésticos o agencias de viaje, y la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones ha registrado ya unas 200 operadoras, que en teoría podrían unirse a las anteriormente citadas en cualquier momento. Eso sí, a pesar de su número creciente, todas juntan sólo alcanzaron el 1% de la cuota de mercado en 2007, según datos de la propia CMT.

Carrefour Móvil fue el primero de los operadores virtuales en ofrecer servicios de telefonía móvil en octubre de 2006, los dos últimos en salir al mercado han sido Simyo y Más Móvil, esperándose que Sweno, el operador móvil de El Corte Inglés haga su aparición en el mercado en próximas fechas.

La telefonía móvil se ha convertido en un servicio que se utiliza de forma intensiva, pero que con el paso del tiempo pierde parte de su valor aparente. El usuario desea seguir llamando pero al menor precio posible. Para diferenciarse, algunos operadores virtuales están lanzando diferentes propuestas, como ONO IO o Simyo que son los únicos operadores virtuales que están ofreciendo conexión a Internet desde el móvil a precios más baratos que los operadores tradicionales.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce: los usuarios debemos hacer malabarismos con la calculadora para entender algunas ofertas, ya que hay que tener en cuenta el coste del establecimiento de llamada (que varía de un operador a otro) así como otros impuestos directos e indirectos no incluidos en las promociones

Un mercado complejo

En febrero de 2006, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) estableció una serie de disposiciones para que los denominados operadores con Poder Significativo de Mercado (PSM), es decir, Movistar, Vodafone y Orange -más adelante puede que se incluya a Yoigo- ofrezcan sus redes para que terceros puedan prestar servicios de telecomunicaciones, manteniendo unos precios razonables por la prestación de estos servicios de acceso. Al mismo tiempo, se les conceden las condiciones técnicas necesarias para poder ofrecer la interoperabilidad de los servicios de redes virtuales.

De esta manera, la CMT ha pretendido que se desarrolle una competencia efectiva en este mercado de 'sota, caballo y rey'. Un mercado como el español, donde se supera el 100% de penetración de la telefonía móvil en la población y las operadoras retienen a sus clientes mediante contratos de permanencia al subvencionar parte del coste de los nuevos terminales.

Desde que la CMT permitió las licencias de OMV, son muchas las empresas que han solicitado convertirse en operadores virtuales, entre las que destacan otras empresas de telecomunicaciones como BT, ONO, Telecable y R, quienes de esta manera ofrecen el servicio de telefonía móvil incluido en el paquete de servicios de telecomunicaciones que prestan a sus usuarios.

En sólo dos años, en el registro de la CMT, aparecen inscritas unos 50 operadores virtuales y más de 150 revendedores. ¿Y qué diferencia hay entre un operador móvil y un revendedor? Sencillo. Básicamente, a los operadores virtuales les corresponde una numeración propia y poseen un mayor grado de infraestructura, mientras que los revendedores cuentan técnicamente con un despliegue de infraestructuras mucho menor y no tienen numeración propia, siendo estas asignadas por el operador con el que hayan firmado un acuerdo.