Sonido de tambores y pregones preludian la fiesta mayor de Castilla y León

Valladolid.-  Redobles de tambor y ecos de cornetas con vocación de ensayo anuncian estos días, junto a los numerosos pregones pronunciados en catedrales, iglesias y conventos, la Semana Santa en Castilla y León, fiesta mayor que convocará a miles de fieles y turistas entre el Viernes de Dolores (14 de marzo) y el Domingo de Resurrección (23 de marzo).

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(EFE)

Detalle de uno de los pasos que integra la Procesión General de Valladolid.

Una amalgama de historia, tradición y arte sustenta en Castilla y León a las centenarias celebraciones religiosas y penitenciales de la Semana Santa, donde el feligrés de a pié subvierte el orden establecido al organizar, gestionar y protagonizar, al margen de la autoridad eclesiástica aunque con su anuencia, la mayoría de los actos devocionales programados en pueblos, ciudades y capitales.

Procesiones, traslados, adoraciones, triduos, besapiés y estaciones de penitencia son reflejo y testimonio de un ancestral fervor, de frecuente origen gremial, que tiene como escenario algunos de los más bellos monumentos de España y del mundo como son la Muralla de Ávila, el Acueducto de Segovia, la Catedral de Burgos o la fachada plateresca de la Universidad de Salamanca.

La austera puesta en escena de las procesiones en entornos monumentales, unida a las sobrecogedoras y dramáticas expresiones de Yacentes, Dolorosas y Crucificados tallados en madera policromada por los mejores imagineros españoles de los siglos XVI, XVII y XVII, han situado a Castilla y León como uno de los primeros destinos turísticos del país por estas fechas.

Así lo acredita el cartel de "no quedan habitaciones" que la noche del Jueves Santo se colgará en toda la ciudad de Zamora, la jornada más importante del Tiempo de Pasión en esta capital, según fuentes del sector hostelero.

Declarada de Interés Turístico Internacional, en los diecisiete desfiles previstos se han inscrito cerca de 26.000 cofrades, mientras que el Ayuntamiento ha calculado en aproximadamente 200.000 la cifra de turistas que visitarán Zamora con ocasión de su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional.

Su fervor y recogimiento se acentúan aún más en la pequeña población de Bercianos de Aliste, donde cada Viernes Santo los hombre entierran al Altísimo con el hábito que a ellos mismos les servirá de mortaja cuando el día que fallezcan.

La ciudad de Valladolid, de honda raigambre, congregará también en torno a 20.000 cofrades que convertirán las calles en auténticos museos al aire libre con tallas cinceladas por Gregorio Fernández, Juan de Juni, Andrés Solanes o Francisco del Rincón.

Declarada de Interés Turístico Nacional hace dos años, la Semana Santa de Ávila se caracteriza por su austeridad y el silencio de sus quince desfiles procesionales, que discurren por algunos de los rincones más bellos del casco histórico de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Cuenta no obstante, desde hace tres años, con el toque andaluz que la tarde del Martes Santo protagonizará la Hermandad de Nazarenos Jesús Redentor ante Caifás y Nuestra Señora de la Estrella, la única que desfila a plena luz del día.

Destaca también el Vía Crucis, que partirá de la Catedral a las 5.30 de la mañana del Viernes Santo, para acompañar la espectacular imagen del Cristo de los Ajusticiados (Siglo XV) en su recorrido en derredor de la muralla.

En Salamanca, la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo cuenta con multitud de momentos intensos y bellos como la Promesa del Silencio que el Martes Santo realizarán los cofrades del Cristo de la Luz y Nuestra Señora de la Sabiduría junto a la fachada plateresca de la Universidad, y bajo la mirada de Fray Luis de León en el Patio de Escuelas de la Universidad de Salamanca,

La oración que rezan los miembros de la hermandad, sujetando una cruz de madera, data de 1948 y alude a las facultades fundadoras de Derecho, Letras, Medicina y Ciencias.

La Soledad, por su parte, congregará la noche del Viernes Santo a miles de personas a lo largo del recorrido que realiza la imagen de la Virgen tallada por Mariano Benlliure en 1941. La hermandad que la alumbra fue fundada por el gremio de los zapateros en 1645 y actualmente reúne a unos 3.000 cofrades.

La huerta del convento de los Padres Carmelitas que en Segovia fundó San Juan de la Cruz y donde escribió algunas de las páginas más brillantes de su obra mística, alojará el tradicional Vía Crucis del Miércoles Santo que protagonizarán 2.000 hermanos.

En la ciudad de Palencia desfilarán una veintena de pasos fechados entre los siglos XV y XVII, aunque para asistir a uno de sus momentos más espectaculares habrá que desplazarse hasta la norteña población minera de Guardo, donde cada año un centenar de personas representan el Viernes Santo, al aire libre y sin telón, la Sagrada Pasión del Redentor.

En la provincia de Soria dos son las procesiones catalogadas como de Interés Turístico Regional: la de El Burgo de Osma y la de Ágreda donde llama la atención la procesión del Viernes Santo o de la Cruz en la que desfilan los "Felipecuartos".

Éstos son miembros de la Cofradía de la Vera Cruz, quienes se visten con trajes del siglo XVI y se hacen acompañar por los "alumbrantes" para desfilar con los doce estandartes que simbolizan a los Apóstoles.

La Semana Santa de Burgos, con su imponente catedral gótica como estandarte, tiene sus orígenes en las representaciones litúrgicas que en torno al siglo XIII introdujeron en Castilla monjes benedictinos y cistercienses a través de piezas breves denominadas "tropos".

El carácter profano de estas celebraciones religiosas y pentenciales, aunque íntimamente ligado a la misma, tiene en Castilla y León un referente en la ciudad de León durante la madrugada del Jueves Santo con la procesión del "Entierro de Generín" o de los borrachos, en honor de Genaro Blanco, un pellejero de principios del siglo XX que fue atropellado por el primer camión de la basura de la ciudad.