La OEA reconoce los esfuerzos de Ecuador por vigilar la frontera y evitar el paso de las FARC

Quito.-  El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, reconoció hoy el esfuerzo de Ecuador por vigilar la frontera con Colombia y por evitar el paso de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a su territorio.

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(EFE)

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, habla este lunes en una rueda de prensa tras haber visitado la zona de Angostura, en la selva amazónica ecuatoriana, donde los militares colombianos bombardearon una base clandestina de las FARC.

Insulza hizo esta declaración en Quito, tras visitar la zona de Angostura, donde el pasado 1 de marzo militares colombianos atacaron una base de las FARC en territorio ecuatoriano, donde murieron al menos 25 personas, entre ellas un militar colombiano y el portavoz internacional de esa guerrilla, "Raúl Reyes".

El secretario de la OEA se mostró "asombrado" por el "esfuerzo que ha hecho Ecuador en esta materia" de vigilar la frontera con Colombia, donde hay gran actividad guerrillera: "Ecuador ha hecho muchas cosas para evitar que se implanten ahí campamentos y ese tipo de actividades, pero es muy difícil y una tarea muy complicada".

"Estando ahí (en la selva) uno se da cuenta de lo difícil que es vigilar esa frontera y la tarea inmensa que los gobiernos tienen por delante para impedir la circulación de estos grupos por la zona y, en el caso del Gobierno de Colombia, para impedir que pasen al territorio ecuatoriano", dijo Insulza.

El secretario de la OEA destacó la importancia de la visita a la zona fronteriza, pues constató las dimensiones de lo ocurrido, dónde se encontraba cada grupo, dónde estaban los cráteres dejados por el bombardeo colombiano e, incluso, se pudo determinar "zonas del campamento que, al parecer, no fueron tocadas de manera muy fuerte".

"El lugar está ahora modificado", dijo Insulza, pero apuntó que tienen "vídeos detalladísimos" entregados por el Gobierno de Ecuador que ofrecen una visión exacta de cómo era el campamento.

Respecto a la posible instalación en la zona fronteriza de una fuerza internacional de paz, Insulza indicó que el tema es complicado al ser ya el territorio muy difícil de patrullar por las propias fuerzas militares de Colombia y Ecuador.

Si es difícil para los militares de los países involucrados, dijo, "veo difícil que pueda haber otros que lo vayan a hacer. Sería una primera vez en América del Sur que lo vayan a hacer. Eso tienen que considerarlo nuestros gobiernos".

Para él, el asunto "debe ser considerado con mucho cuidado, pero creo que vamos a buscar, más bien, algunas misiones de verificación del cumplimiento de los compromisos por parte de los gobiernos".

"Cualquier acción que la OEA o la ONU emprendan, podría hablarse de cascos azules o algo así, tiene que ser una acción que ambos gobiernos le pidan", aclaró.

Agregó que "este tipo de patrullaje en zonas poco pobladas, en que no existen confrontaciones entre las poblaciones, no existe mucho en el mundo, pero para que eso se hiciera tendría que ser pedido por ambos gobiernos".

Insulza, que llegó ayer a Quito con una misión "política y no técnica", se reunió con autoridades locales, entre ellas el jefe de Estado, Rafael Correa, y algunos implicados en los hechos con la mayor reserva.

Hoy mismo, la delegación de la OEA que encabeza Insulza viajará a Colombia y mañana se desplazará a la zona fronteriza, para después elaborar un informe que no sólo será sobre los hechos "sino más sobre los principios y sobre el derecho" y que se presentará a los cancilleres de la OEA el próximo lunes, en Washington.

"Lo que nos interesa, sobre todo, es reforzar el derecho americano", dijo Insulza en relación con la inviolabilidad de las fronteras.

En la incursión colombiana resultaron heridas tres mujeres, una mexicana y dos colombianas, que se recuperan en el Hospital Militar de Quito.

Insulza dijo a Efe que ayer visitó a la mexicana Lucía Morett, que se recupera de las heridas, pero anotó que no tiene ninguna versión oficial de que otros ciudadanos mexicanos estuvieran en el sitio del bombardeo.