ETA aparece en el cierre de la campaña electoral con el asesinato del ex concejal Isaías Carrasco

Madrid.-  Los partidos políticos españoles suspendieron hoy los actos de clausura de la campaña electoral para los comicios del domingo después de que la organización terrorista ETA asesinara en el País Vasco al concejal socialista Isaías Carrasco.

El atentado sorprendió a los principales dirigentes políticos españoles en la recta final de la campaña.

El presidente del Gobierno y candidato socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, conoció la noticia en la ciudad andaluza de Málaga al término de un mitin.

Tras su regreso a Madrid, condenó el "criminal atentado" y dijo que el Gobierno perseguirá a los terroristas y a aquellos que avalan y justifican sus acciones "con todos los instrumentos del Estado de Derecho", y, además, aseguro que ETA "no tienen otro destino que su desaparición, y sus miembros no tienen otro futuro que la cárcel".

También afirmó que con este atentado, la banda terrorista ha querido "interferir en la pacífica manifestación de la voluntad de los ciudadanos convocados a las urnas" el próximo domingo.

El líder del conservador Partido Popular (PP) y principal rival de Rodríguez Zapatero en las elecciones, Mariano Rajoy, subrayó por su parte que "todos debemos estar unidos y juntos contra ETA", que debe perder "toda esperanza de conseguir sus objetivos políticos".

ETA y la política a seguir con esta organización terrorista que desde hace más de 30 años persigue la independencia del País Vasco a través de las armas, fue la principal causa de enfrentamiento político entre ambos líderes en esta legislatura, especialmente tensa.

Rajoy, que proclama la derrota de ETA como único objetivo y excluye cualquier negociación, basó gran parte de su oposición al Gobierno de Zapatero en el rechazo del proceso iniciado por éste para intentar una salida negociada a la violencia terrorista y durante la campaña electoral le acusó de forma reiterada de haber mentido a los españoles sobre este tema.

La organización terrorista vasca ha asesinado a más de 800 personas en sus más de 30 años de actividad violenta.

Isaías Carrasco, de 46 años, fue asesinado a tiros por un pistolero que le esperó a la salida de su domicilio en un barrio obrero de la localidad vasca de Arrasate-Mondragón cuando subió a su automóvil para dirigirse a su puesto de trabajo como cobrador de peaje en una autopista.

Casado y padre de tres hijos, su hija mayor, de 20 años, y su esposa alcanzaron a verle cuando ya había sido herido.

Carrasco fue concejal del Partido Socialista hasta las pasadas elecciones municipales de mayo de 2007 cuando no revalidó el cargo.

Según fuentes de su partido, había renunciado a la protección de escolta que suelen llevar en el País Vasco los cargos políticos por la actividad de ETA.

Por ello, muchas de las reacciones que han seguido al asesinato destacaron que Carrasco era "una víctima fácil".

El ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, calificó el atentado de "acción vil y cobarde" y señaló que un solo terrorista le disparó en varias ocasiones "por la espalda", causándole heridas en la cabeza y en el pecho.

Isaías Carrasco es la primera víctima mortal de ETA en 2008 y la quinta desde que la banda terrorista rompió el alto el fuego con el atentado en la Terminal Cuatro del aeropuerto madrileño de Barajas, el 30 de diciembre de 2006.

En ese atentado perdieron la vida dos ecuatorianos y resultaron heridas otras 19 personas, mientras que a finales de 2007, el 1 de diciembre, dos guardias civiles españoles fueron asesinados a tiros en Capbreton (Francia) cuando realizaban tareas de vigilancia de presuntos etarras en el vecino país.

Todos los partidos políticos con representación parlamentaria condenaron en una declaración conjunta el atentado y llamaron a "responder a este crimen desde la serenidad y la firmeza democrática".

Apoyaron asimismo la concentración de repulsa convocada para el lunes en la localidad donde ocurrió el atentado.