El píxel, ese gran mentiroso

MADRID.-  En agosto de 2006 el fotógrafo Adnan Hajj, colaborador de la agencia Reuters desde hacía más de 10 años, se hizo mundialmente famoso al aplicar la herramienta clonar de Photoshop en sus fotos de la guerra del Líbano. ¿El objetivo? Aumentar, innecesariamente, el dramatismo de aquella tragedia. En verdad Hajj sirvió de cabeza de turco. Su mayor fiasco no fue tanto el hecho de retocar imágenes periodísticas -una práctica peligrosamente difundida entre algunos fotógrafos- como la burda calidad de sus manipulaciones. Adnan, eso sí, hizo saltar con su chapuza las alarmas sobre estos usos de la imagen, tan vinculados a esa actividad en la que la falta de veracidad es llamada creatividad: La publicidad.

ampliar foto

Chung Chu (Flickr)

No siempre es tan fácil encontrar el truco en una imagen

El caso Adnan Hajj llevó a Tom Glocer, director de Reuters, a anunciar en su blog la creación, junto con Adobe y Canon, de un sistema para detectar imágenes digitales manipuladas. Soitu.es se ha puesto en contacto con una de las partes implicadas. Óscar Mateo, del departamento de Marketing de servicios profesionales de Canon, explica sobre la polémica desatada por el ex fotógrafo de Reuters que "este hecho pone de relieve que hay una doble vertiente, por un lado está la imposibilidad de no poder robar las imágenes que pertenecen a la persona que las ha realizado y por otro lado, no menos importante, está el tema de la veracidad informativa". En lo que respecta a las tecnologías para detectar "retoques" Mateo explica: "Antiguamente, en la época 'del negativo' no era sencillo manipular las fotografías, ahora, en nuestra era digital, cuando la mayoría de las fotos se envían por la red o vía wifi -por ejemplo en el caso de las redacciones-, la seguridad es un asunto de creciente importancia. Canon desde hace cuatro años dispone de un programa para evitar la manipulación de las imágenes que funciona mediante la encriptación. Las imágenes se encriptan y sólo pueden abrirse en el dispositivo que tenga la llave para abrirlas, por lo que la seguridad de las imágenes queda perfectamente asegurada".

La solución a la que alude este experto es el kit DVK-E2, que se compone de un software y de un dispositivo USB; el cual se encuentra disponible para algunas cámaras réflex de esta firma japonesa. También Nikon dispone del llamado Software de Autentificación de Imágenes, compatible con algunas de sus cámaras SLR. Ambas soluciones están disponibles únicamente para sistemas Windows.

Un Photoshop 'seguro'

Sin embargo, más allá de estas soluciones es importante que Adobe se decida, como se dice que sucederá, a integrar algún sistema de verificación de imágenes en Photoshop, pues la propagación de manipulaciones con este software es preocupante. De hecho, no es la primera vez que Adobe y otros fabricantes han tenido que implantar soluciones para evitar falsificaciones. Photoshop, a petición del Grupo de Bancos Centrales para la Disuasión de la Falsificación, incorpora desde hace años un sistema que evita el tratamiento de imágenes de dinero.

La manipulación de fotografías es tan antigua como la propia técnica fotográfica. Son muy conocidos los casos de montajes en la URSS, pero lo cierto es que los aparatos de propaganda se han valido históricamente del trucaje y de la dramatización de la imagen. Uno de los casos más famoso es la célebre foto de los marines alzando la bandera estadounidense en Iwo Jima, por la que su autor, Joe Rosenthal, obtuvo el premio Pulitzer. La historia de esta foto fue llevada al cine en 2006 por Clint Eastwood, en la aclamada Banderas de Nuestros Padres.

El espinoso asunto del periodismo ciudadano

Sin embargo, lo cierto es que hoy, con el periodismo ciudadano y la popularización de los sistemas de captura y tratamiento de la imagen, aumenta la preocupación sobre la veracidad de lo que vemos. Al fin y al cabo, pese a que sean numerosos y sonados los casos de profesionales y organizaciones que han mentido a la opinión pública con sus imágenes, lo cierto es que el periodista tiene unos códigos deontológicos y ha de rendir cuentas de su trabajo. Sin embargo, el trabajo del ciudadano metido a periodista no goza de las mismas garantías y ya existen polémicas sobre el tema.

Kit de encriptación fotográfico de Canon

Por otra parte, Reuters, para no dar pasos en falso en su cruzada contra la manipulación, haría bien en verificar el material que llega a servicios como You Witness News, una interesante iniciativa de periodismo ciudadano que involucra a la agencia, a Yahoo, y a Flickr para que cualquiera pueda enviar noticias en forma de fotografías y vídeos. Los autores, en el caso de que sus imágenes sean distribuidas a través de la red de Reuters, reciben una compensación económica.

Pero la mala fe no es necesaria para que se produzcan casos de una manipulación excesiva de la imagen digital. José María Mellado, uno de los mayores expertos en España en fotografía digital, cuenta en su libro Fotografía digital de alta calidad que "el talón de Aquiles de la fotografía digital reside en la falta de procedimientos unificados, desde la toma hasta la obtención de la copia". Precisamente esta falta de un protocolo claro, algo que era mucho más visible en la fotografía química, puede llevar a confusiones sobre hasta qué punto es lícito alterar una imagen. Quizá la respuesta la da el propio Mellado, que cultiva la fotografía artística, en ese mismo libro: "Yo no manipulo ni retoco (odio esos términos), sino que intervengo en la luz de la imagen, en el estilo más tradicional del laboratorio, para conseguir recuperar la emoción y la atmósfera del momento. Nunca mezclo imágenes diferentes ni cambio elementos en las mismas. No tengo nada en contra del montaje, pero he bebido de fuentes muy clásicas".