Muestra imágenes inéditas de Abu Ghraib para defender que cualquiera puede ser torturador

Todos podríamos llegar a recurrir a la tortura. Ninguno se salva. Así lo dice el psicólogo neoyorkino Philip Zimbardo en su último libro. Hoy dará una conferencia dentro del ciclo de conferencias TED 2008, celebrado estos días en la Universidad de Monterrey, California. Según explica Matthew Weaver en Guardian, para ilustrar su teoría Zimbardo recurre un ejemplo gráfico: imágenes inéditas de los duros abusos a los presos en la cárcel iraquí de Abu Ghraib.

Las fotografías — a las que Zimbardo ha tenido acceso por trabajar en la defensa de uno de los guardias de la prisión — se incluyen en un vídeo de tres minutos, que ha adelantado a la web wired.com y que ésta ha publicado advirtiendo de su dureza. Con ellas ilustra una teoría que el psicólogo defiende desde hace años. El contacto con la cárcel de Abu Ghraib y con el guardia Chip Frederick, al que ha defendido, no ha hecho más que reafirmarla.

Zimbardo explica que todo el mundo puede sucumbir a estas "malas" acciones cuando las circunstancias que le rodean y la presión social no es la adecuada. "Las situaciones pueden ser suficientemente poderosas como para rebajar la empatía, el altruismo, la moralidad y conseguir que la gente ordinaria, la gente buena, recurra a la maldad", explica a wired.com.

Así lo ha visto en la cárcel iraquí. Allí los los soldados trabajaban los siete días de la semana en jornadas de 12 horas. Y lo hacen viendo como los bombardeos acababan con la vida de presos y compañeros. Y es este estrés el que acaba por reducir "la toma de decisiones y el pensamiento crítico y racional", el que hace que no se vean las cosas con perspectiva.

Más de 30 años después

Esta teoría sirve para reforzar el famoso estudio de simulación de la psicología del encarcelamiento llevado a cabo en 1971 en la Universidad de Stanford. Un grupo de estudiantes se sometieron a una prueba en la que se hicieron pasar por prisioneros y guardias. El experimento duraba dos semanas pero tras cinco días el psicólogo tuvo que detenerlo porque los estudiantes que hacían de guardias empezaron a abusar de los prisioneros, forzándolos a desnudarse completamente y simular actos sexuales.

Su teoría la ha reflejado en su último libro The Lucifer Effect: Understanding How Good People Turn Evil, publicado en 2007. En él plasma sus más de 30 años de estudios y trata de demostrar como " una tormenta perfecta " de condiciones puede hacer la gente ordinaria cometer actos horrendos.