El tamaño de las raciones de marisco en Galicia sorprendió al chef Seiji Yamamoto

Santiago de Compostela.-  El cocinero japonés Seiji Yamamoto confiesa en una entrevista a Efe que se quedó "sorprendido por la cantidad" de las raciones de marisco gallego cuando por primera vez probó las especialidades de esta comunidad autónoma.

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(EFE)

El cocinero japonés Seiji Yamamoto durante su clase magistral en el Forum Gastronómico Santiago 08.

Yamamoto indicó que hace ahora tres años, aprovechando un viaje a Barcelona, se fue a una restaurante de especialidades gallegas con la intención de degustar el marisco, de cuya calidad la habían hablado varios profesionales del sector y que fue entonces cuando "me di cuenta de los que significa cantidad" en Galicia comentó a Efe el cocinero, conocido por sus creativas recetas que fusionan la cocina tradicional japonesa con las influencias occidentales.

Durante su estancia en Santiago de Compostela, reconoce que ha aprovechado para degustar uno de los platos-insignia de la gastronomía local, el 'polbo a feira' además de otras especialidades del noroeste peninsular y subrayó que "a los japoneses les encanta el marisco" y en especial "ese tipo de cocina sencilla".

Preguntado si comparte la opinión del cocinero Ferran Adriá de que el marisco gallego es "el mejor del mundo", Yamamoto se mostró no se mojo y concluyó: "dos personas no están siempre en las mismas condiciones para probar dos platos con los mismos ingredientes por lo que no puede haber una comparación exacta para saber cuál es mejor o peor".

Añadió que en ese tipo de comparaciones "depende la sensibilidad y el sentido del gusto de cada uno" y observó: "me parece bien que Adriá piense así, pero es su consideración y, en ese caso no puedo opinar porque no estoy en la misma situación".

Yamamoto, una de las estrellas invitadas del Fórum de Compostela que hoy apaga sus fogones, alabó la organización de ese evento que en su opinión contribuye a la difusión de la cultura gastronómica.

"En Japón -dijo- no hay muchas ocasiones similares para los cocineros de presentar así sus creaciones", comentó este profesional que tiene un conocido restaurante en el centro de Tokio.

Indicó que el pulpo que probó en Santiago de Compostela "es exactamente igual" en sabor al que se comercializa en su país, de manera que consideró que "probablemente hay muchos ingredientes en España que se pueden aprovechar para la cocina japonesa".

Para Yamamoto, "no importa que no haya ingredientes iguales a los que existen en Japón, ya que cada cocinero puede inventar lo que quiere con lo que dispone en cada sitio".

Preguntado acerca de los problemas de obesidad y sobrepeso que comienzan a registrarse entre la población japonesa y que algunos atribuyen a la reciente implantación de restaurantes de comida rápida norteamericanos, Yamamoto consideró que ese fenómeno "depende del metabolismo de cada persona".

"Hay personas que comen la denominada comida o comida basura y que están obesas, pero también hay otras delgadas que frecuentan esos sitios y que siguen delgadas", observó.

Respecto a la preocupación expresada por algunos grandes cocineros de su país como el maestro del sushi, el venerable Jiro Ono, por los efectos del cambio climático sobre el pescado y por la excesiva pesca, Yamamoto opinó que los profesionales de ese sector en su país "no creo que tengan suficiente influencia para movilizar a los políticos con el objetivo de buscar soluciones".

Entre los participante en el Fórum figuran también la japonesa Megumi Shiozawa, afincada en Galicia desde hace 17 años y que en diciembre pasado cerró las puertas de su restaurante "Sakura" -uno de los poco genuinos nipones- tras ocho años de ejercicio, porque "trabajaba demasiadas horas", dijo.

En una entrevista a Efe señaló que en su restaurante "el 'sushi' es lo que más gustaba" a sus clientes, pero también "el carpaccio de rodaballo y salmón con una salsa secreto de mi madre, que es una muy buena cocinera".

Megumi, originaria de familia materna con tradición culinaria, llegó inicialmente como estudiante a Salamanca pero se trasladó enseguida a Santiago de Compostela donde había "menos extranjeros".

Casada con un gallego, actualmente se dedica a impulsar proyectos de intercambio turístico, cultural y gastronómico entre Galicia y Japón.