El Gobierno de Chad afirma que mantiene "control total" del país

Yamena.-  La incertidumbre continúa en Yamena, donde el Gobierno de Chad afirmó hoy que sus tropas mantienen el "control total" de la capital y el resto del país, pese a que las fuerzas del rebelde Comando Militar Unificado (CMA) ocupan posiciones a menos de cincuenta kilómetros de la ciudad.

"Tenemos un control total de la situación, no sólo en la capital, sino en todo el país", dijo a los periodistas el presidente chadiano, Idriss Deby, en su primera aparición en público desde que los rebeldes atacaron Yamena el pasado fin de semana.

La ofensiva del CMA comenzó el lunes de la semana pasada desde el área oriental de Chad, cercana a la frontera con el vecino Sudán, al que Deby acusa de brindar ayuda estratégica y logística a los rebeldes.

Los insurgentes entraron en Yamena el sábado y durante todo ese día y el domingo combatieron encarnizadamente con las tropas leales al Gobierno, pero este lunes efectuaron una retirada, que tildaron de "estratégica", con el fin de reagruparse y rearmarse, aunque anunciaron que tenían intención de regresar.

"Los cómplices locales (de la ofensiva) han sido atrapados, algunos consiguieron huir y otros se ha retirado con los mercenarios", dijo Deby en referencia a la supuesta asistencia militar sudanesa a los rebeldes chadianos.

La retirada de los rebeldes se produjo poco después de que el Consejo de Seguridad de la ONU condenara firmemente la ofensiva, respaldara la mediación solicitada por la Unión Africana (UA) y diera su visto bueno a que la comunidad internacional ayude al Gobierno chadiano, lo que abre el camino a una posible asistencia de Francia a las autoridades de su antigua colonia.

El ministro de Defensa francés, Hervé Morin, llegó hoy a Yamena para entrevistarse con Deby, según informaron fuentes oficiales.

Morin llegó a Chad en un avión que aterrizó alrededor de las 12.00 hora local (11.00 GMT) en la base militar que Francia tiene en esta capital y su breve visita, de unas horas, sirvió para demostrar el apoyo de las autoridades de París al gobierno de Deby, puntualizaron portavoces de la oficina de prensa de la presidencia chadiana.

Francia mantiene en Chad un contingente de 1.500 soldados y una escuadrilla de aviones de guerra.

Portavoces rebeldes afirman que Francia utilizó esas aeronaves para bombardear sus posiciones el domingo y el lunes, pero Deby dijo que los franceses no han estado involucrados directamente en las operaciones militares para contener la ofensiva rebelde.

Las fuentes aseveran que no abandonarán su objetivo de derrocar a Deby y que lucharán contra "cualquier fuerza extranjera que intervenga en Chad, sea de Francia o cualquier otro país".

Tras su retirada de Yamena, el CMU declaró unilateralmente una tregua, pero el Gobierno no consideró necesario suscribir ningún alto al fuego ya que, según su versión, los insurgentes han sido "completamente derrotados".

Los rebeldes, que mantienen contactos con el Gobierno a través de los mediadores designados por la UA, el dirigente libio, Muamar Gadafi, y el presidente congoleño, Dennis Sassou Nguesso, reaccionaron hoy diciendo que si las autoridades de Yamena no suscriben el alto el fuego, ellos reanudarán sus ataques.

Abderamane Koulamallah, uno de los portavoces del Comando Militar Unificado, dijo en declaraciones por teléfono a Efe que estaban a la espera de la repuesta de los mediadores pero que si el Gobierno no se adhieren al cese de hostilidades "haremos la guerra".

Koullamallah confirmó que las fuerzas rebeldes se encuentran a unos treinta kilómetros de Yamena y que están "reorganizándose y preparando una nueva estrategia".

Dijo también que esperan la llegada de una gran columna de refuerzos desde el este, aunque puntualizó que la misma "no procede desde Sudán".

Entretanto, una tensa calma prevalece en Yamena tras los combates del fin de semana, que causaron centenares de muertos y heridos y miles de desplazados hacia el vecino Camerún.

La actividad comercial se está reanudando lentamente en esta capital, donde algunos mercados han reabierto, mientras que decenas de refugiados están regresando tras un llamamiento hecho al respecto por el Gobierno chadiano y las duras condiciones que encontraron en la localidad fronteriza camerunesa de Kuseri.

Según fuentes de la Cruz Roja Internacional, hay alrededor de 70.000 refugiados chadianos en Kuseri, donde viven hacinados en campamentos de emergencia y con provisiones mínimas de agua potable y comida.