El consejo que asesora a la UNESCO sugiere ampliar la candidatura a tres cuevas más

Santander.-  El consejo que asesora a la UNESCO en materia de patrimonio ha sugerido a Asturias, Cantabria y el País Vasco que incluyan otros tres yacimientos en su propuesta para extender la condición de Patrimonio Mundial que ya tiene Altamira a las principales cuevas de arte rupestre de la Cornisa Cantábrica.

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(EFE)

El subdirector general de Protección de Patrimonio Histórico, Luis Lafuente, el director general de Cultura, Justo Barreda, el director general de Patrimonio Cultural del Principado de Asturias, Adolfo Rodriguez, el consejero de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria, Francisco Javier López Marcano, la directora general del Patrimonio Cultural del País Vasco, Aranzazu Arzamendi y la sundirectora general de Comunicación con las Comunidades Autónomas, Begoña Cerro (i a d), momentos antes de constituir oficialmente la comisión que coordinará su propuesta para que el arte rupestre de la cornisa cantábrica sea declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.

A los quince yacimientos de la candidatura que ya fue presentada ante la UNESCO en enero de 2007 como "bien en serie nacional" se incorporarían ahora las cuevas de Covaciella en Asturias, Las Chimeneas en Cantabria y Altxerri, en el País Vasco.

El organismo asesor de la UNESCO, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Histórico-Artísticos (ICOMOS), ha pedido documentación sobre estos yacimientos a los responsables de Patrimonio de las tres comunidades, que hoy han constituido formalmente en Santander la comisión que trabaja en la defensa de esta candidatura común.

Ese trabajo ha entrado ya en su recta final, ya que la UNESCO decidirá si declara Patrimonio Mundial esta amplia representación del arte rupestre del Cantábrico en su próxima reunión anual, que se celebrará en junio, en Québec (Canadá), ha recordado el consejero de Cultura del Gobierno de Cantabria, Javier López Marcano.

La cueva de Altamira forma parte como Bien Cultural de la Lista del Patrimonio Mundial desde 1985 por unos valores que, según estas tres comunidades, también son aplicables a los otros yacimientos que forman parte de su propuesta.

Así, se pretende que, bajo la denominación de Arte Rupestre Paleolítico de la Cornisa Cantábrica, se unan a Altamira en la inscripción como Bien Cultural un conjunto de cuevas que, a su juicio, reúnen "condiciones de excelencia" comparables a las de la llamada "capilla sixtina" del arte parietal.

La propuesta se basa en el número y la densidad de las cavernas decoradas que pueden encontrarse en esta zona del norte de España, su buen estado de conservación, su rico repertorio iconográfico, la diversidad de técnicas y estilos que reúnen y la remota antigüedad de unas pinturas que convierten a la Cornisa Cantábrica en uno de los lugares donde tuvo lugar el nacimiento del arte.

Las tres cuevas que se podrían incorporar a la candidatura se unirían a las de Tito Bustillo, la Peña de Candamo, Llonín y el Pindal en Asturias; Chufín, Hornos de la Peña, El Castillo, La Pasiega, Las Monedas, el Pendo, La Garma y Covalanas, en Cantabria, y Santimamiñe y Ekain, en el País Vasco.

El subdirector general de Protección del Patrimonio, Luis Lafuente Batanero, ha explicado que la UNESCO establece como criterio que, en el caso de los bienes en serie, es necesario disponer de mecanismos que garanticen una gestión coordinada, especialmente en un supuesto como éste, en el que están implicadas tres comunidades.

Esa exigencia ha obligado a formalizar, mediante un acuerdo, la constitución de la comisión que, de hecho, ya viene funcionando desde hace tiempo para coordinar las actuaciones conjuntas.