Gasol, con la camiseta de los Lakers

En pocas horas hemos pasado de ver a Pau Gasol con la camiseta de un equipo perdedor a enfundarse la de los Angeles Lakers. Nada más y nada menos, la misma que en su día llevaron Kareem Abdul-Jabbar o Magic Johnson. Ahora sí, Gasol puede pensar seriamente en convertirse en campeón de la NBA y, a sus 27 años, completar el mejor palmarés de un baloncestista español.

(REUTERS)

Gasol, con Bryant detrás, en el calentamiento del partido de hoy.

El ala-pívot ha sido presentado de forma oficial como nuevo jugador de los Lakers en una breve ceremonia que ha tenido lugar en Washington y en la que Mitch Kupchak, manager general de la franquicia, y Phil Jackson, el mítico técnico -el mismo que entrenó durante muchos años a Michael Jordan-, estuvieron junto al de Sant Boi. "Ésta es una grandísima oportunidad en mi carrera, he visto cómo se abría esta puerta y realmente estoy muy ilusionado", comentó el jugador español, que expresó sus deseos de "ayudar al equipo cuanto antes". "Tengo muchas ganas de jugar aunque, de momento, lo único que puedo hacer es darle apoyo moral a mis compañeros", explicó Gasol, cuya presencia hoy sobre la cancha es aún un enigma, aunque lo más probable es que no juegue hasta el martes en Nueva Jersey. Gasol lucirá, igual que hacía en Memphis, el dorsal número 16.

El equipo de los Lakers fue fundado en Detroit , luego emigró a Minneapolis y ganó cinco títulos antes de moverse a California. A finales de los 70 y en los 80 su popularidad se disparó. Dos meses antes de que naciera el propio Gasol, en mayo de 1980, se imponían en la final a Philadelphia 76ers de la mano de Jabbar y, especialmente, de Magic Johnson, que en el partido definitivo anotó 42 puntos, cogió 15 rebotes y dio seis asistencias. En frente estaba Julius Erving. Los Lakers suman ya 14 títulos, el último en 2002.

Pues es a este mundo mítico hollywoodiense a donde llega Gasol, mucho más maduro que cuando aterrizó en Memphis y dispuesto a convertirse en una gran estrella. Además de a ganar títulos, claro está, y a contribuir a engrandecer a Kobe Bryant, pero sin suponerle una sombra como lo fue en su día Shaquille O'Neal. Esta misma temporada puede tener la primera oportunidad de llevarse un anillo.