La Reserva Federal de EE.UU. baja los intereses para evitar la recesión

Washington.-  La Reserva Federal (Fed) redujo hoy la tasa de interés de referencia de EE.UU. en medio punto porcentual, hasta el 3 por ciento, después de que el motor económico del país bajara de marcha radicalmente en el último trimestre del 2007.

Con ello, en poco más de una semana el precio del dinero ha caído en 1,25 puntos porcentuales, el tajo más profundo a los intereses en Estados Unidos desde 1982.

La decisión de la Fed llegó el mismo día en que el Departamento de Comercio informó que la mayor economía del mundo creció tan sólo un 0,6 por ciento en el último trimestre del 2007, lo que ha avivado el temor de que el país caiga o ya esté en una recesión.

Los mercados esperaban una cifra de entre el 1 y el 1,2 por ciento.

Los inventarios se contrajeron, las exportaciones y el consumo se desaceleraron, y el sector inmobiliario soltó otro quejido de agonía, pues la inversión en la vivienda se contrajo un 23,9 por ciento, la mayor caída en 26 años.

El 22 de enero, ante las indicaciones tempranas de esa debilidad y el desplome de los mercados, el banco central hizo sonar la sirena de emergencia y bajó el precio del dinero en 0,75 puntos porcentuales en una sesión extraordinaria.

En su declaración de hoy, el Comité del Mercado Abierto, que fija la política monetaria del país, dejó abierta la posibilidad de nuevas rebajas, dependiendo del desempeño de la economía estadounidense en los próximos meses.

La Fed alertó que persiste el peligro de que el crecimiento sea menor que lo previsto y dijo estar preparada para actuar "a su debido tiempo y como sea necesario para afrontar esos riesgos".

El informe divulgado hoy apunta a que sus temores estaban justificados. En 2007 el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos creció un 2,2 por ciento, el menor porcentaje en cinco años. En 2006 fue del 2,9 por ciento.

La media del 2007 oculta un frenazo tremendo al final del año.

Hasta septiembre los engranajes de la economía se movían a un ritmo alto, con un aumento del PIB en el segundo trimestre del 3,8 por ciento y del 4,9 por ciento en el tercer trimestre.

Ese paso debió dar cierta inercia a la actividad en octubre y noviembre, por lo que para marcar un crecimiento del 0,6 por ciento en el cuarto trimestre en total -calculado en términos anuales-, la economía debió contraerse en diciembre, opinó Charles McMillion, presidente de la consultora MBG Information Services.

"Creo que estamos en una recesión", añadió este experto, aunque no cumpliría el requisito técnico de seis meses de decrecimiento económico para declararla oficialmente.

Otros analistas no van tan allá. Dana Johnson, economista jefe de Comerica, dio una lectura positiva a la reducción de los inventarios en el cuarto trimestre.

Este especialista destacó que cuando una economía está al borde de la recesión, las empresas suelen acumular más productos de los que quieren, por la falta de ventas, lo que no está pasando.

Otro indicador de contracción económica es un salto en el desempleo. En diciembre Estados Unidos solo creó 18.000 trabajos, insuficientes para seguir el ritmo del aumento de la población.

Sin embargo, hoy la empresa ADP, que gestiona pagos de nóminas, estimó que en enero las plantillas privadas incorporaron a 130.000 nuevos trabajadores, una cifra muy superior a las expectativas de los analistas.

En el mejor de los casos, estos factores positivos indican que Estados Unidos se equilibrará por la cuerda floja, sin caerse, sobre el abismo recesivo, según Johnson.

"Habrá un período de crecimiento lento, con una posibilidad significativa de recesión" en torno al 50 por ciento, vaticinó.

La Fed reconoció la gravedad de la situación en su comunicado, al señalar que los mercados financieros "siguen bajo una presión considerable y el crédito se ha reducido para algunas empresas y hogares".

Además, constató un "debilitamiento" del mercado laboral y un agravamiento de la crisis inmobiliaria.

En el lado positivo, dijo prever que el alza de precios se moderará en los próximos trimestres. Sin embargo, por ahora la inflación está por encima de su margen de comodidad.

El índice subyacente de gastos de consumo personales, una medida a la que la Fed presta atención especial, subió un 2,7 por ciento en el cuarto trimestre, en términos anuales, frente al 2 por ciento del período anterior.

No obstante, la Reserva Federal está enfocada por ahora casi con exclusividad en el peligro de una recesión, según Mark Vitner, economista sénior de Wachovia, un banco estadounidense.